Por qué aplicamos la eutanasia

La palabra “eutanasia” proviene de dos vocablos griegos: “eu” que significa “bueno” y “thanatos” que significa “muerte”. La eutanasia se define como una liberación misericordiosa de la vida para poner fin al sufrimiento.

Igual que cualquier refugio responsable de puertas abiertas y con conciencia social, PETA ofrece una liberación indolora y pacífica de la vida para los animales que no pueden ser colocados de forma segura o humanitaria en un nuevo hogar, o que están enfermos, lesionados, moribundos o sufriendo por alguna otra causa (física o psicológica), y cuyos guardianes a menudo no pueden pagar el servicio en una clínica veterinaria privada.

Una persona que había estado alimentando a esta gata esterilizada y abandonada, la llevó a PETA luego de notar que le faltaba la mayor parte de su cara.

El guardián de Meliko le pidió a PETA que lo ayudara a acabar con su sufrimiento, después de que empezara a consumirse debido a los numerosos tumores cancerosos en su cabeza, cara y garganta que le impedían comer.

 

El propietario de César llamó a PETA para pedir ayuda urgente cuando encontró a su perro inmóvil y al borde de la muerte dentro del corral donde había estado confinado gran parte de su vida.

 

El propietario de César llamó a PETA para pedir ayuda urgente cuando encontró a su perro inmóvil y al borde de la muerte dentro del corral donde había estado confinado gran parte de su vida.

 

La persona que había estado alimentando a este gato sin hogar tardó meses en atraparlo. Cuando nos lo trajeron, el tumor de su cara se había roto e infectado.

 

En PETA, nunca les daremos la espalda a los animales necesitados y, a veces, lo más humanitario que podemos ofrecerles es una liberación serena de un mundo que los ha traicionado.

La labor vital de PETA por los animales

Todos los días, los trabajadores de campo de PETA ayudan a perros maltratados y descuidados, muchos de los cuales son pit bulls que tienen afuera las 24 horas del día, los 7 días de la semana, con cadenas suficientemente pesadas como para remolcar un camión enorme de 18 ruedas. Les llevamos comida, agua limpia, amarres livianos, tratamientos y prevención contra los parásitos, esterilizaciones o castraciones gratuitas, casas resistentes de madera con camas de paja y el afecto que tanto necesitan.

Lo que vemos a diario es suficiente para hacerte perder la fe en la humanidad. La gran mayoría de los animales que recibimos nunca fueron tratados como “compañeros”, sino que pasaron toda su vida encerrados o encadenados a la intemperie en climas extremos. Nunca se les permitió socializar ni salir de los pequeños círculos de tierra en los que estaban confinados, y mucho menos entrar a una casa. Su existencia está colmada de miedo y ansiedad, luchandopor lidiar con el reto diario de sobrevivir en condiciones de vida inadecuadas. Otros ciertamente son compañeros muy queridos, que están viejos, enfermos, lesionados, moribundos, o son agresivos o no adoptables por algún otro motivo, y PETA les brinda una liberación serena del sufrimiento, siempre sin costo para sus guardianes. Los animales adoptables que recibimos son colocados por medio de nuestro programa de adopción o trasladados a refugios locales de confianza con los cuales trabajamos.

Entonces, ¿cómo se integra la eutanasia en la labor de PETA para aliviar el sufrimiento? Una pit bull llamada Asia, cuya custodia obtuvimos, parecía un esqueleto cubierto de piel cuando PETA la liberó de la cadena de 15 libras que la había asfixiado durante años. Tenía tres obstrucciones intestinales dolorosas y letales, que le impedían sostener cualquier alimento, y enfrentaría una muerte prolongada y dolorosa; entonces un veterinario recomendó la eutanasia para poner fin a su sufrimiento. Presentamos cargos penales contra los responsables de su estado, lo que condujo a su condena por crueldad hacia los animales. Y ese fue solo un caso de las decenas de casos tristes que vemos todos los meses.

Casi todos los animales que recibimos han estado viviendo en pésimas condiciones y frecuentemente trabajamos con organismos locales encargados de hacer cumplir la ley para presentar cargos contra sus maltratadores y evitar que vuelvan a tener y a maltratar animales.

Santana tenía lesiones tan graves que su ojo derecho estaba cerrado por la inflamación, su mandíbula estaba desgarrada y colgando y una de sus piernas estaba fracturada.

 

Big Girl todavía estaba viva cuando un trabajador de campo la encontró inmóvil y fría, encadenada a la intemperie.

 

Igual que cualquier refugio de puertas abiertas, responsable y con conciencia social, PETA brinda una liberación indolora y pacífica de la vida para los animales que no pueden ser colocados de forma segura o humanitaria en un nuevo hogar, o que están enfermos, lesionados, moribundos o sufriendo por alguna otra causa (física o psicológica), y cuyos guardianes a menudo no pueden pagar el servicio en una clínica veterinaria privada.

Para combatir el sufrimiento y la falta de hogar para los animales, las clínicas móviles de esterilización y castración a bajo costo o gratuitas de PETA han esterilizado a alrededor de 197.000 animales desde 2001, evitando que cientos de miles de perritos y gatitos no deseados nazcan, sean descuidados, abandonados, maltratados ​​o se les tenga que aplicar la eutanasia. Y a nivel nacional, PETA se enfoca en la raíz del problema a través de nuestras campañas de esterilización, castración y adopción con celebridades y otras iniciativas.

Mientras los animales de compañía sigan siendo reproducidos adrede y las personas no esterilicen o castren a sus perros y gatos, los refugios de animales de puertas abiertas y organizaciones como PETA tendrán que lidiar con las consecuencias de una forma humanitaria y solidaria. PETA está orgullosa de brindar un refugio seguro para los animales que no tienen otro sitio a donde ir; aquí, son bienvenidos con los brazos abiertos.

Pon de tu parte

Por favor, si te preocupas por los animales, ayuda a evitar que nazcan más, solo para terminar encadenados y consumidos en el patio trasero de alguien, sufriendo en la crueldad de la calle donde la gente simplemente los patea o espanta, torturados a manos de maltratadores de animales o teniendo que aplicárseles la eutanasia para evitar que sufran más daño. Si quieres salvar vidas, ten a tus animales esterilizados o castrados y, cuando estés listo para acoger a un nuevo compañero en tu hogar, adopta, no compres.