PETA y sus filiales internacionales pusieron al descubierto la crueldad hacia las ovejas usadas por su lana en Australia en 2013, 2015 y 2017. Descubrimos el maltrato en Wyoming, Colorado, y Nebraska en 2014 y en Utah en 2017. Revelamos el sufrimiento infligido a las ovejas en Argentina dos veces en 2015 y en Chile en 2016. PETA Asia puso al descubierto la misma crueldad en el Reino Unido en 2018. En cuatro años, la crueldad sistémica de la industria global de la lana hacia las ovejas ha sido revelada en docenas de granjas en cuatro continentes.

Después de todo eso, podrías pensar que los trabajadores de la industria de la lana tendrían una buena conducta y no lastimarían a las ovejas tan gravemente. Pero te equivocarías.

En 2018, un testigo trabajó en una granja de ovejas en Victoria, Australia (el mayor exportador mundial), y descubrió que el gerente y los trabajadores de la granja mutilaban a los aterrorizados corderos en la línea de montaje, demostrando, una vez más, que no existe la lana producida de forma humanitaria.

Luego un testigo trabajó para un contratista de esquilado de ovejas en Nueva Gales del Sur, Australia, y encontró que los trabajadores golpeaban a las nobles y aterrorizadas ovejas en la cara con podaderas de metal afiladas.

Conoce a las ovejas detrás de tus suéteres y mantas de lana y fíjate lo que la industria de la lana les hace en la producción de sus productos de lana.

¿Qué más necesitas ver para dejar de usar lana?

Las ovejas son individuos nobles quienes, al igual que todos los animales, sienten dolor, temor y soledad. Pero debido a que existe un mercado para su lana y piel, son tratados tan solo como máquinas de producción de lana.

Por ejemplo, un trabajador puso anillos ajustados alrededor de los escrotos de corderos (algo extremadamente doloroso) sin anestesia para que sus testículos se resecaran y cayeran semanas después. Cuando los testículos no caen los suficientemente rápido, los esquiladores los cortan con podaderas.

Los trabajadores perforaron las orejas de los corderos y cortaron y quemaron sus colas con un cuchillo caliente sin anestesia, retorciéndose de dolor mientras las llamas salían de su carne.

Según un ex veterinario del gobierno de Victoria, “El corte de cola es… un procedimiento extremadamente doloroso: estas ovejas han sentido el dolor al cortarles la médula espinal, piel y tejido blando cortado.”

Estas mutilaciones atroces son un procedimiento normal en la industria mundial de la lana.

Y además de todo esto, muchos corderos mueren de hambre o por exposición a los elementos antes de las 8 semanas de vida.

Corte de carne de parte trasera de corderos mientras se retuercen de dolor y gritan en agonía

Trabajadores también cortaron tiras de carne de los cuartos traseros de los corderos con podaderas en un brutal intento (mulesing), para abordar problemas causados por reproducirlos para producir grandes cantidades de lana.

Los corderos son animales de presa quienes normalmente sufren en silencio más que llamar la atención hacia sí mismos y atraer mayor daño, pero estos animales fueron tan maltratados que gritaban en agonía y de terror.

El mulesing es un esfuerzo cruel para crear piel más suave que no se humedezca y no atraiga moscas colocadoras de huevos, provocando miasis. Pero las heridas expuestas y sangrientas a menudo se infectan con gusanos de todas maneras, causando que muchas ovejas a quienes les aplicaron esta técnica de mulesing sufran y padezcan muertes prolongadas y agonizantes.

Cuando PETA expuso por primera vez este procedimiento atroz, disparó la indignación internacional. Actualmente está prohibido en Nueva Zelanda, y oficiales de la industria de la lana australiana prometieron eliminarlo hacia 2010.

Pero ocho años después, la mayoría de los corderos en Australia siguen padeciendo este tormento.

Las madres ovejas observan y claman frenéticamente mientras sus corderos son mutilados

Todos estos procedimientos atroces sucedieron a plena vista de las madres de los corderos, quienes los llamaban frenéticamente y trataban de acercarse a ellos lo más posible.

Entonces los trabajadores arrojaron a los corderos al piso o a una alfombra salpicada de sangre, donde muchos caían fuertemente sobre sus heridas sangrantes.

Gritaban mientras corrían en búsqueda de sus madres entre el rebaño.

Las ovejas que no eran rentables murieron en agonía

El gerente cortó el cuello de las ovejas mientras estaban plenamente conscientes con un cuchillo y luego les retorció el cuello.

Una oveja dio patadas durante cerca de un minuto después de que el gerente comenzó a cortarle el cuello. Dijo que algunas patearon durante un “par de sangrientos minutos.”

Según un veterinario que analizó la filmación, esta oveja exhibió claros signos de extremada angustia y dolor por casi un minuto mientras el gerente siguió retorciéndole la cabeza y el cuello y cortándole la garganta.

Una oveja y un cordero cercanos vieron todo.

Incluso aquellas ovejas que sobrevivieron años de esquila reiterada y estresante, enfrentan un destino horrible. Cada año, millones de ovejas australianas no deseadas son cargadas en barcos de carga de varios pisos abarrotados y son enviadas a Oriente Medio o África del Norte en un viaje aterrador donde les cortan el cuello, muchas veces mientras están aún conscientes.

Golpeadas en la cara y gravemente cortadas

En Nueva Gales del Sur, un testigo encontró que los esquiladores golpearon reiteradas veces a las naturalmente tímidas ovejas en la cara y el estómago con podaderas afiladas de metal con sus rodillas dobladas.

Pagados por volumen, los esquiladores trabajaron precipitadamente y cortaron gravemente a las ovejas, cosieron sus heridas bruscamente en el piso sucio de esquila, sin analgésicos.

Incluso cortaron enormes tiras de piel de las ovejas.

Un granjero puso un apretado anillo alrededor del escroto de una oveja (algo extremadamente doloroso) sin analgésicos, para que sus testículos pudieran resecarse y caer semanas después. Cuando los testículos de otros animales no caían como se esperaba, los esquiladores simplemente se los cortaban con sus podaderas. Y otra vez, sin analgésicos.

¡Por favor, ayuda a detener esto!

Fíjate en tu cómoda y closet. ¿Sigues usando lana? Si es así, por favor no la uses más. Ya es hora de deshacerte de la lana en tu casa. Depende de ti terminar con el sufrimiento de estos nobles animales no comprando nada hecho con lana. Por favor, dales a los corderos algo por lo que agradecer: deja de usar lana hoy mismo.

Sin importar de dónde provenga o las certezas que las compañías te den, la lana es el producto de la crueldad a las ovejas, que es rampante en la industria.

Por favor, súmate e insta a Forever 21 a prohibir la lana.

Al descubierto nuevamente: Cortan y queman carne y colas a corderos que gritan, ovejas golpeadas en la cara por lana en Australia

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