El siguiente exposé de PETA contiene imágenes captadas por un testigo en una granja británica de huevos “sin jaulas” durante múltiples visitas a sus instalaciones en Cambridgeshire. Si creíste que criadas “sin jaulas” significaba libres de crueldad, te vas a llevar una terrible sorpresa ya que el video muestra que la realidad es, a menudo, muy distinta de lo que la industria te quiere hacer creer.

¿Libres?

Las gallinas en las granjas “sin jaulas” no están dentro de jaulas, pero aun así miles pueden estar hacinadas dentro de bodegones sucios y oscuros. El acceso al mundo exterior puede ser muy limitado, y muchas de estas aves inteligentes e inquisitivas podrían jamás ver la luz del día.

¿Altos estándares de bienestar?

La sobrepoblación que existe dentro de estos bodegones es tan intensa, que a menudo las gallinas no tienen la oportunidad de realizar comportamientos naturales como forrajear, darse baños de polvo y socializar, muchas pierden sus plumas debido a los altos niveles de amoniaco y estrés causado por el ensordecedor ruido, hedor y confinamiento.

¿Vidas largas y felices?

Los polluelos macho, los cuales no son útiles para la industria del huevo, usualmente son asesinados unas horas después de nacer. Los someten a cámaras de gas, o los arrojan dentro de trituradoras de alta velocidad mientras aún están vivos. A las hembras las mantienen vivas en tanto produzcan huevos, pero una vez que sus cuerpos empiezan a agotarse, son enviadas al matadero. Ahí, las encadenan de cabeza y les cercenan la garganta para que puedan ser procesadas como carne “de baja calidad”. Muchas ni siquiera llegan a eso, ya que simplemente colapsan muertas sobre el suelo de las bodegas, en donde sus cuerpos abandonados se pudren.

¿Bien cuidadas?

Con tantos animales hacinados dentro de espacios tan pequeños, la competencia por alimento puede ser letal. Esta, como otras causas de estrés, puede provocar que las gallinas recurran al canibalismo, comiendo los pútridos cuerpos de sus compañeras muertas.

La única opción libre de crueldad

La etiqueta “sin jaulas” solamente logra hacer que los consumidores se sientan mejor acerca de comprar huevos, pero no están protegiendo a las gallinas. La única etiqueta realmente libre de crueldad es la que dice “vegano”.

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