La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP, en Puebla) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN, en la Ciudad de México), dos reconocidas casas de estudios en México, se han negado a prohibir un experimento absurdo y atroz en el que ratones, ratas y otros animales son forzados a luchar por su vida en recipientes con agua de los cuales no pueden escapar. PETA ha compartido con las directivas del IPN y la BUAP la contundente evidencia de las limitaciones éticas y científicas de la prueba de nado forzado, así como la creciente lista de importantes universidades y compañías farmacéuticas alrededor del mundo que han abandonado este experimento. Pero la BUAP y el IPN han ignorado esta información.

La crueldad de la prueba de nado forzado

Cuando son arrojados al agua, los animales entran en pánico y tratan de trepar las paredes del recipiente o se sumergen en busca de una salida. Patalean e intentan desesperadamente de mantener la cabeza fuera del agua. Luego, comienzan a flotar.

Los experimentadores que usan esta absurda prueba afirman que sus resultados pueden determinar las propriedades antidepresivas de las sustancias administradas a los ratones, las ratas u otros animales. Según ellos, los animales que empiezan a flotar más pronto estarían más “deprimidos”.

Pero la prueba ha sido fuertemente criticada ya que flotar podría ser resultado del aprendizaje y la adaptación a un nuevo ambiente para sobrevivir.

¿Qué tiene que ver arrojar animales al agua con la depresión humana?

Nada. Obligar a estos pequeños y vulnerables animales a nadar para salvar su vida es un intento ridículo de modelar la experiencia humana de la depresión. La prueba de nado forzado no hace más que aterrorizarlos.

Este experimento es tan inútil que predice menos que lanzar una moneda al aire. Esto es lo que encontró la Dra. Emily Trunnell luego de analizar el uso de esta prueba por parte de las principales compañías farmacéuticas. Su estudio fue publicado en Drug Discovery Today.

Haz que tu voz se escuche

Luego de recibir la evidencia proporcionada por PETA y sus entidades internacionales sobre las limitaciones de la prueba de nado forzado, numerosas universidades e importantes compañías farmacéuticas, incluidas Bayer y Johnson & Johnson, dejaron de usarla.

Con tu apoyo, el IPN y la BUAP pueden sumarse a la creciente lista de instituciones y empresas que han dejado de atormentar pequeños animales arrojándolos al agua y haciéndolos luchar por su vida.

¡Pídeles a la BUAP y al IPN que prohíban la prueba de nado forzado ya!
Haz clic para enviar una carta respetuosa a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y al Instituto Politécnico Nacional pidiéndoles que se tomen la ciencia en serio y prohíban ya la prueba de nado forzado.

Todos los campos en negrita son obligatorios.
Ver Mensaje +

Al enviar este formulario, reconoces que has leído y aceptas nuestras políticas de privacidad y aceptas recibir nuestros correos electrónicos.