Nunca nadie dijo “¿Les puedo ofrecer una rebanada de queso de koala o un trozo de queso de hipopótamo?”. Entonces, ¿por qué queso de cabra? La leche de una madre es la leche de una madre: está destinada a alimentar a sus bebés, no a transformarse en el queso comido por otra especie. Si la frase “queso de cabra” no te da náuseas ya, apostamos que eso cambiará para cuando termines de leer esto.
10 razones para descartar el queso de cabra
1. Las cabras son embarazadas por la fuerza.
Igual que los humanos, una cabra tiene que tener un bebé para producir leche. Las cabras son preñadas en las granjas y luego los humanos se llevan su leche. Es el mismo abuso infligido a las vacas en las granjas lecheras, donde los trabajadores introducen un brazo en el recto de la vaca para posicionar su útero y meten una jeringa en su vagina para inyectarle semen de toro. Si estuviéramos hablando de humanos aquí, todos nos daríamos cuenta de que esto es una violación.
2. Las cabras madres son golpeadas y maltratadas en las granjas de cabras.
PETA Alemania expuso a una granja de cabras “orgánicas” en Alemania, revelando que, regularmente, los trabajadores obligaban a las cabras aterrorizadas a entrar en la sala de ordeño pegándoles violentamente o golpeándolas repetidamente con palos. Cuando intentaban escapar, los trabajadores las agarraban por los cuernos o las piernas, las arrastraban de regreso a su lugar y seguían golpeándolas. Eran arreadas hasta la sala de ordeño dos veces al día y esos ataques violentos parecen ser comunes.
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3. Les roban la leche a los bebés.
Las cabras madres quieren alimentar a sus bebés. Los humanos y todos los demás mamíferos tienen este mismo instinto. Sin embargo, en las granjas, donde le roban la leche a una cabra madre para consumo humano, sus bebés, que la necesitan, no llegan a tenerla. En cambio, les dan un sustituto de leche y no satisfacen su instinto tan natural de mamar de su madre.
4. Les quitan las cabras recién nacidas a sus mamás.
Poco después de que los cabritos nacen en una granja, son apartados de sus madres. Las hembras son sometidas a toda una vida de fecundaciones forzadas y explotación penosa al igual que sus madres, seguida de una muerte terrible y violenta una vez que su producción de leche finalmente disminuye y dejan de ser rentables.
A los machos no les va mucho mejor. Una ex criadora de cabras escribió acerca del sufrimiento de los cabritos machos que ella y su esposo presenciaron:
“Luego fueron amarrados y levantados como equipaje y literalmente arrojados en la parte trasera de un camión o una camioneta. Estos bebés me miraban a los ojos con confianza, asombro y miedo. … Muchas veces Jim y yo nos quedábamos en la puerta escuchando el llanto de nuestros cabritos mientras se alejaban”.
—Cheri Ezell-Vandersluis, fundadora de un santuario de animales y ex criadora de cabras
5. Los bebés machos son asesinados por su carne.
Los machos son un subproducto de la industria láctea y, dado que no pueden producir leche, son criados y asesinados por su carne. Una dieta vegetariana, que incluya queso, pero no carne, todavía apoya la matanza.
6. A las cabras enfermas se les puede negar atención veterinaria.
La investigación de PETA Alemania encontró que a las cabras que estaban enfermas o heridas se les negaban medicinas y otros cuidados veterinarios. Incluso las cabras con heridas abiertas, pezuñas deformes, cojera y afecciones en las vías respiratorias superiores no fueron tratadas. El testigo observó que muchas estaban emaciadas, con las costillas y los huesos de la cadera sobresalientes. Y la diarrea era común, aparentemente porque las cabras hambrientas eran alimentadas regularmente con alimentos descompuestos.
7. Las cabras muertas son tiradas aparte como basura en las granjas.
La investigación de PETA Alemania en una granja de cabras “orgánica” encontró que muchas cabras murieron como consecuencia de maltrato y negligencia. En vez de pedir a una compañía de eliminación que recogiera los cuerpos, como lo exige la ley, los trabajadores aparentemente tiraban los cadáveres detrás de un cobertizo como basura.
8. El consumo de lácteos no se alinea con los valores feministas.
Sin la violación deliberada y sistémica de los cuerpos femeninos, la industria de la producción pecuaria se derrumbaría. Forzadas a parir un bebé tras otro, las cabras son abusadas por su leche hasta que sus cuerpos se desgastan y son consideradas inútiles, momento en el cual son asesinadas. Consumir queso de cabra y otros productos lácteos perpetúa y normaliza la opresión y degradación de las hembras de todas las especies.
9. Las etiquetas que certifican la leche de cabra como “humanitaria” no quieren decir nada.
Incluso si compras productos lácteos de cabra etiquetados como “orgánicos”, “criadas compasivamente” o “de campo”, todavía estás contribuyendo a un inmenso sufrimiento. Estas afirmaciones engañosas no protegen a los animales de abusos horribles y PETA ha revelado repetidamente que las etiquetas que promocionan un bienestar animal mejorado no son más que una estrategia de mercadeo diseñada para darles a los consumidores una falsa tranquilidad y sacarles más dinero. No existen la explotación humanitaria ni la matanza compasiva. La “carne feliz” no existe.
10. La leche de cabra es mala para ti.
La leche de cabra contiene incluso más colesterol y grasas saturadas (que han sido relacionadas con enfermedades cardíacas) que la leche de vaca. Por otro lado, la leche de almendras no contiene colesterol ni grasas saturadas. Los estudios también han demostrado que las grasas saturadas promueven un aumento de peso que no es sano.
La leche de cabra (junto con la leche de oveja y la leche de vaca) es un producto lácteo. A menos que seas un bebé humano y estemos hablando de leche materna, la leche no es buena para ti. Los lácteos han sido vinculados con asma, enfermedad de Parkinson, hipertensión arterial, las fracturas de cadera y otros huesos, enfermedades cardíacas, cáncer y muerte prematura. Puedes proteger tu salud alejándote de los lácteos.
Hay mejores opciones
No necesitamos atormentar, explotar ni matar animales para tener cosas ricas de comer. Las opciones de leche, mantequilla, queso, yogur y helado no lácteos son aparentemente infinitas, e incluso hay quesos de cabra veganos:
Revisa también las marcas locales. O haz algunos (productos) tú mismo. Permítenos buscarte algunas recetas en Google.
Las cabras son animales sociales que mueven sus colas, tienen objetos favoritos y forman relaciones significativas y fuertes lazos entre sí y con sus guardianes humanos. Merecen vivir en paz y puedes evitarles sufrimiento simplemente negándote a comer alimentos derivados de su leche.
