¡Éxito! El ayuntamiento de Guadalajara se acaba de anotarse un triunfo al avalar una prohibición a los circos que obligan a actuar a los animales – convirtiéndose en la segunda ciudad en Jalisco en despedir a uno de los principales maltratadores de animales. Guadalajara se une a Guerrero, Ciudad de México y Zapopan en el esfuerzo de México para hacer que la esclavitud de los animales en el entretenimiento sea cosa del pasado.
Los circos que violen la prohibición de usar animales serán multados hasta con $4.500, y la prohibición también permite a organizaciones civiles de protección a los animales acompañar a funcionarios del gobierno durante las inspecciones, levantando aún más el velo sobre la crueldad del circo. Negar a cualquiera de estas organizaciones el acceso costará a los circos alrededor de $370. Así que si estás parado en medio de una carpa con un látigo o un bullhook en la mano, la ciudad tapatía no te recibirá.
Después de ser arrancados de su medio ambiente natural, los animales utilizados en los circos son golpeados hasta la sumisión y mantenidos en un estado de miedo perenne. Para obligarlos a realizar trucos sin sentido y a menudo peligrosos, los entrenadores utilizan látigos, collares apretados, bozales, picanas eléctricas, bullhooks y otras herramientas dolorosas propias de la industria. Cuando no están actuando, los elefantes están continuamente encadenados mientras que los tigres, monos, perros, aves y otros animales permanecen dentro de pequeñas jaulas. Estos presos viajan largas distancias en duras condiciones climáticas, encerrados en sus celdas y a menudo privados de alimento, agua y atención veterinaria.
Enhorabuena, Guadalajara por esta decisión excepcional para proteger la vida silvestre y por demostrar a los circos que no hay nada divertido en el maltrato a los animales.
