Alligator Adventure es una pesadilla interminable para los animales, plagada de ataques sangrientos, extremidades amputadas y golpes. Este zoológico de carretera en North Myrtle Beach, Carolina del Sur, apiña a los aligátores en recintos extremadamente poblados donde tienen que luchar por la comida, y luego sus empleados intentan interrumpir estas peleas golpeándolos con grandes palos de madera. Se observan comúnmente “giros de la muerte” (el término que describe lo que los aligátores suelen hacer para matar a sus presas) y a varios aligátores les faltan extremidades. Los visitantes han documentado que un aligátor fue atacado, golpeado, asesinado tras dejarlo con la cara ensangrentada y aparentemente imposibilitado de usar su pierna delantera derecha.
En la naturaleza, las madres aligátores protegen y cuidan a sus crías por hasta dos años, pero en este peligroso zoológico de carretera, a los bebés que aparentemente han sido separados de sus madres les cierran la boca con cinta adhesiva para espectáculos degradantes y angustiosas interacciones con el público. Alligator Adventure rompe el vínculo natural madre-bebé por sus intereses comerciales, lo que es un claro ejemplo de especismo: una visión supremacista del mundo.
El aparente desprecio de Alligator Adventure por el bienestar de los aligátores se extiende a otros animales, incluidos grandes felinos, hienas, carneros, lémures, varias aves y otros reptiles. Se ha observado a un puma paseando de un lado a otro, lo que es indicativo de angustia psicológica. Y muchos otros animales, como el gato montés, los kookaburras y las guacamayas rojas, están alojados en jaulas diminutas e inhóspitas.
