Los NIH acaban de anunciar una revolución científica que podría salvar millones de vidas

Los Institutos Nacionales de Salud de los EE. UU. (NIH, por sus siglas en inglés) acaban de allanar el camino a la investigación científica de verdad: dejarán de apoyar crueles y obsoletos experimentos en animales y redirigirán los recursos financieros hacia métodos de investigación sin animales. Esto es lo que PETA lleva años defendiendo y en lo que hemos enfocado nuestro trabajo.

Este cambio no puede subestimarse. Es un punto de inflexión, un giro de 180 grados, una transformación que tendrá enormes repercusiones para los humanos y demás animales, y que resonará en la ciencia y la investigación biomédica durante generaciones. Es reconocer, por fin, que ningún número de animales confinados y asesinados en laboratorios, por grande que este sea, se traducirá en curas para las enfermedades humanas. Además, permitirá liberar tiempo y miles de millones de dólares de los contribuyentes, hasta ahora malgastados, y usarlos en la creación de soluciones basadas en la biología humana para los problemas humanos.

Ganan los animales. Ganan los pacientes. Ganan los contribuyentes. Pero que no quede duda: PETA ha liderado este proceso de transformación en la investigación biomédica.

Desde hace años, PETA ha exigido a los NIH que dejen de usar animales en experimentos crueles, invasivos y mortales que no solo son éticamente indefendibles, sino científicamente retrógrados. Los experimentos en animales han fallado una y otra vez en producir curas o tratamientos efectivos para los humanos, malgastando miles de millones de dólares de los contribuyentes y retrasando avances reales en la medicina. Ha sido uno de los fraudes más grandes de todos los tiempos.

Por fortuna, finalmente, ese fraude parece estar llegando a su fin.

“Al integrar los avances en la ciencia de datos y la tecnología con nuestro creciente conocimiento sobre la biología humana, podemos reinventar de forma fundamental la manera en que se realiza la investigación—desde el desarrollo clínico hasta la aplicación en el mundo real”, señaló el Dr. Jay Bhattacharya, director de los NIH. “Este enfoque centrado en los humanos acelerará la innovación, mejorará los resultados en salud y aportará tratamientos que cambian vidas. Es un paso crítico hacia la ciencia, la confianza pública y la atención a los pacientes”.

No podríamos haberlo dicho mejor. De hecho, lo hemos dicho una y otra vez, todos los días, en voz alta, a quien quisiera escuchar y a aquellos que no. El equipo científico de PETA ha promovido constantemente la estrategia Modernicemos la Investigación Ya, una guía para acabar con los experimentos inútiles y mortales en animales.

Los NIH han adoptado varias recomendaciones de esta estrategia en su anuncio, incluida la expansión de la financiación, la capacitación y la infraestructura para métodos sin animales y la mitigación del sesgo hacia los experimentos en animales en los comités que revisan los proyectos de investigación presentados a los NIH, un problema que el equipo científico de PETA expuso recientemente en un estudio pionero en su tipo.

El anuncio de los NIH marca el comienzo de una nueva era científica basada en la evidencia, la compasión y la innovación. Y es una gran noticia para todos aquellos que se preocupan por los animales, que valoran la salud humana y que desean que EE. UU. sea líder en excelencia científica. Desde PETA, celebramos esta enorme transformación y trabajaremos para que se traduzca en un cambio real y duradero para los humanos y otros animales.

PETA entiende que tomar una posición firme como esta traerá críticas de los mismos sectores de siempre: aquellos que se han lucrado durante décadas con el sufrimiento de los animales en fallidos experimentos. PETA agradece al Dr. Bhattacharya por su convicción, que también es la nuestra: el camino correcto es compasivo, está basado en la evidencia científica y deja a los animales en paz. ¡Así es!

Aún queda mucho por hacer. Un paso clave es cerrar los siete Centros Nacionales de Investigación en Primates, que han fallado rotundamente. Estos centros han lastimado y asesinado a cientos de miles de monos, y son un lastre para los contribuyentes y el progreso científico ya que en 60 años no han logrado producir las vacunas ni las curas que prometieron.

Únete a nuestro llamado para cerrarlos:

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