“La caída de la Casa Usher” obtiene premio de PETA por resaltar horror de pruebas en animales.

“La caída de la Casa Usher” obtiene premio de PETA por resaltar horror de pruebas en animales.

Los Ángeles — PETA ha otorgado a la serie de Netflix La Caída de la Casa Usher y a su creador Mike Flanagan con su premio “F*ck Around (With Animals) and Find Out” por resaltar la crueldad y lo inútil que son los experimentos en primates no humanos y en otros animales en el episodio tres, Los crímenes de la calle Morgue.

En una escena espantosa, Verna, un personaje tipo Mefistófeles interpretado por Carla Gugino, quien está misteriosamente presente en las muertes de cada uno de los herederos Usher, enfrenta a Camille, la hija de Usher, en un laboratorio donde su hermana ha estado experimentando con chimpancés. Interrumpida por los gritos de los chimpancés encerrados a su alrededor, espectacularmente representados en CGI (imágenes generadas por computadora), Verna explica la espantosa realidad de la vivisección: “¿Sabes cuántos animales se usan para pruebas al año? Más de 100 millones. … El noventa por ciento de los fármacos fallan en los ensayos humanos; aunque superen pruebas preclínicas. Lo siento animales. … No pueden hacer un labial o champú anticaspa sin hacer sufrir a alguien”. PETA señala que la información de Verna se alinea perfectamente con los datos reales sobre el problema.

“A través de Verna y los realistas chimpancés de CGI, Camille y la audiencia obtuvieron una lección inolvidable y evocadora del horror, la crueldad y el derroche de recursos real en las pruebas en animales”, dice Lauren Thomasson, Directora de PETA. “PETA celebra La Caída de la Casa Usher de Mike Flanagan por mostrar a las personas la violencia de los laboratorios con animales y por qué la experimentación en animales debe terminar.”

La mayoría de los animales, incluyendo miles de primates, usados en laboratorios cada año son asesinados tras soportar una vida entera de sufrimiento. Los mantienen a menudo solos en jaulas abarrotadas, mutilados, infectados con enfermedades, criados para sufrir intencionalmente condiciones debilitantes. Los obligan a sufrir múltiples procedimientos dolorosos, encerrados en dispositivos de restricción, bombardeados con estímulos durante períodos prolongados; y frecuentemente se les niega comida, agua y alivio para el dolor adecuados. Y aunque los Institutos Nacionales de Salud gastan casi $20 mil millones por año del dinero de los contribuyentes en financiar pruebas en animales, los estudios han demostrado que el 95% de todos los nuevos medicamentos que prueban ser seguros y efectivos en animales, fracasan en ensayos clínicos en humanos.

PETA, cuyo lema dice, en parte, que “los animales no son nuestros para experimentar en ellos”, se opone al especismo, una visión supremacista del mundo. Para obtener más información, por favor visite PETALatino.com, o siga a la agrupación en XFacebook Instagram.

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