Video: Cerca de 900 perros y gatos desangrados y enjaulados de por vida en banco de sangre secreto
Vallonia, Ind.— Gatitos callejeros, así como perros y gatos que buscaban buenos hogares y que fueron encontrados a través de anuncios en línea y publicaciones de Facebook, terminaron enjaulados y desangrados reiteradamente en una instalación que dice que suministra sangre, The Veterinarians’ Blood Bank en el condado Jackson, lo anterior fue revelado en una reciente investigación encubierta de PETA. La instalación, que dice suministrar sangre a las sucursales de BluePearl Pet Hospital y a los VCA Animal Hospitals en todo el país, confina a casi 900 animales en caniles inhóspitos y corrales muy estrechos donde el ruido constante de los ladridos es ensordecedor, a estos animales les extraen sangre cada tres semanas, incluso a aquellos que padecen infecciones y cáncer, además, entrenan al personal para que mantengan la operación en secreto. El video está disponible aquí y las fotografías aquí.
El video de PETA revela que algunos animales que permanecían cautivos en el banco de sangre estaban emaciados; y muchos tenían llagas y tumores por haber sido obligados a estar acostados sobre suelos duros todo el tiempo; se observan perros con heridas tras haber sido atacados por compañeros estresados, incluido uno que desarrolló una infección profunda de la piel y el tejido subyacente, lo que provocó una herida masiva que siete semanas después aún no había sanado; también se puede observar que se desangraba a gatos con infecciones respiratorias; y otras atrocidades. Incluso los animales ancianos y los que eran demasiado pequeños para ser usados para extracción de sangre eran confinados indefinidamente. Como dijo un trabajador, ellos “se quedan aquí hasta que mueren”.
Jane, a quien un gerente había planeado dejar en “un granero en el campo” porque estaba demasiado enferma para que la usaran para extracciones de sangre.
“Los animales en este proveedor son tratados como bolsas de sangre vivas, condenados a cadena perpetua en medio de un ruido ensordecedor y en corrales inhóspitos; sin hogar ni familia, y privados de la atención médica necesaria y de cualquier semblanza de felicidad”, dice Daphna Nachminovitch, vicepresidenta senior de PETA. “PETA les pide a los clientes de estas instalaciones para que reconsideren de inmediato su relación con esta operación primitiva y cruel, y con cualquier otro banco de sangre que encierre y explote a los animales hasta su último aliento”.
Un gerente les ofreció a los trabajadores $200 por cada gato que trajeran a la instalación, diciendo, “De dónde lo sacas [al animal] no es asunto mío”. Dijo que había adquirido otros gatos a través de anuncios en línea que buscaban un buen hogar. Después de que una trabajadora trajera gatitos y dijera que “los encontró en … Facebook”, uno murió, aparentemente sin haber recibido atención veterinaria. Un gerente dijo que no se culpa a los trabajadores por la muerte de los animales y afirmó, “Son reemplazables”.
El investigador de PETA convenció a la instalación para que le permitiera adoptar algunos de los animales confinados allí, incluida Vivi, una gata de 4 libras que gritaba de dolor debido a una infección bucal persistente a la cual le negaron atención veterinaria. El investigador la llevó rápidamente a un veterinario, quien determinó que su boca estaba tan infectada que tuvieron que extraerle todos los dientes. También adoptó a Kolbie, un perro de caza de 12 años que nació en la instalación y que había sido sometido a una “horrible” operación de extirpación de cuerdas vocales (durante la cual, admitió un trabajador, los animales “sangran mucho”, y que se realizó solo porque los dueños del banco de sangre querían mantener a los perros en silencio). Y adoptó a una gata llamada Jane, a quien una gerente había planeado dejar en “un granero en el campo” porque pensaba que tenía el virus del herpes felino, y otra gata llamada Fox, que tenía 13 años y sufría de diarrea con sangre que evidentemente no había sido tratada. Después de su adopción, un veterinario determinó que Fox tenía cáncer gastrointestinal, por lo que se le aplicó la eutanasia.
PETA ha enviado cartas a BluePearl, VCA y a las otras grandes cadenas veterinarias que The Veterinarians’ Blood Bank tiene registradas como clientes, alertando a la corporación sobre los hallazgos y exigiéndole que obtenga sangre solo de perros y gatos sanos que vivan en hogares con familias amorosas. PETA también ha alertado sobre sus hallazgos a las otras grandes cadenas veterinarias que The Veterinarians’ Blood Bank incluye como clientes, y le ha pedido a la Junta Estatal de Salud Animal de Indiana que investigue a la instalación por aparentes violaciones de la ley estatal, solicite una orden judicial que le revoque su licencia y busque otras medidas para proteger a los cientos de animales que aún están confinados allí.
PETA, cuyo lema dice, en parte, que “los animales no son nuestros para maltratarlos de ninguna forma”, se opone al especismo, una visión supremacista del mundo. Para obtener más información, visite PETALatino.com o siga a la agrupación en X, Facebook o Instagram.
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