Los Lácteos te Provocan Acné, Gases, Cáncer y MÁS

Los lácteos son repugnantes y no podemos entender por qué la gente los sigue consumiendo. Lo dijimos. Olvidemos los problemas que causan en tu salud intestinal, piel y arterias: ¿alguna vez los entusiastas de los lácteos se detuvieron a pensar que la leche es nutrición y sustento para bebés que nacen pesando 82 libras y que necesitan aumentar entre 71 y 79 libras al mes?

WeAnimals/Joanne McArthur

Bueno, dejemos eso de lado, tal vez pregúntate si tu cuerpo realmente necesita toda esa grasa, hormonas y colesterol adicionales, sin mencionar el pus.

Sí, leíste bien. Cada vez que bebes leche de vaca estás ingiriendo pus.

Ahí va otro ejemplo:

En la industria láctea, las vacas a menudo desarrollan dolorosas infecciones en las ubres llamadas mastitis, debido a que están conectados a la máquina de ordeño dos o más veces al día en lugar de poder amamantar a su propio ternero. Para combatir esta condición dolorosa en las ubres, sus cuerpos producen pus que el Departamento de Agricultura de EE.UU. (por mandato de la industria) permite su presencia en la leche comprada por los consumidores. El antiséptico que se usa para desinfectar las ubres de la vaca también incrementa los niveles de pus, y el 50 por ciento de las vacas usadas para leche tienen sus ubres infectadas.

We Animals/Joanne McArthur

La lactosa en la leche de vaca puede ser difícil de digerir (porque no somos vacas bebés), provocando náuseas, calambres, gases, hinchazón y diarrea. Tener una molestia estomacal tras una cena colmada de lácteos no es algo demasiado sexi para una segunda cita, ¿no es cierto?

Y aún no terminamos. Vuelve a considerarlo, porque la lista continúa. Podemos referirnos ahora a todos los problemas de salud relacionados con los lácteos:

Acné: varios estudios han demostrado que el consumo de todo tipo de “productos” lácteos están relacionados con una mayor incidencia y gravedad del acné.

Colesterol alto: una porción de leche puede contener hasta 24 mg de colesterol, el cual es dañino para el corazón. Una onza de queso contiene un montón, 30mg. Y un dato más preocupante: una porción de leche entera puede contener más del 20 por ciento de la cantidad diaria recomendada de grasas saturadas. Si consumes tres porciones de leche entera, ya completas el 60 por ciento del requerimiento del día, sin haber aún comido nada más, y luego te preguntas de dónde proviene el aumento de peso. El queso es todavía peor: un reporte de Harvard indica que la pizza y el queso son las mayores fuentes de grasas saturadas en la dieta estadounidense.

¡Otra razón es el sentido común! No existe ninguna otra especie además de la humana que beba leche tras el destete. Tampoco existe una especie que beba la leche de otra, porque es algo repugnante. La leche de vaca no satisface las necesidades nutricionales de los humanos, por eso no es sorprendente que consumir leche de vaca y sus derivados nos causen tantos problemas. No tiene fibra y está lleno de grasa animal saturada.

Además, las vacas son atiborradas de antibióticos para mantenerlas con vida y que produzcan leche en las sucias granjas lácteas. Debido a este uso excesivo y descontrolado de antibióticos, han aumentado las bacterias resistentes a los antibióticos. Cuando los humanos son infectados por estas superbacterias, los antibióticos, en el mejor de los casos disminuyen su eficacia y en el peor son inefectivos, siendo otra causa de pandemia causada por mantener animales en condiciones de hacinamiento y suciedad.

Así que lo tienes todo: ¿quieres servirte otro vaso de leche con grasas saturadas, colesterol, pus y antibióticos? Por supuesto, ¡y disfruta de los gases! Nosotros estaremos aquí bebiendo nuestras leches veganas, con nuestra piel reluciente, la salud de nuestros intestinos prosperando y nuestra conciencia limpia.

CUÍDATE, NO BEBAS LECHE DE VACA