Ese momento en que te enamoras de un animal rescatado

Estuvieron alguna vez descuidados, con frío, solos o asustados – pero ya no. Para el Día de los Enamorados, PETA está compartiendo las historias de seis animales que encontraron el amor, cuando toda esperanza parecía perdida. Mira el video y verás cómo el amor y una familia cambiaron sus vidas para siempre.

La mamá de Ruby era usada para producir camada tras camada de cachorros para los criadores a los que pertenecía. Al igual que su madre y sus hermanos, permanecía en un canil a la intemperie, padeciendo todo tipo de climas extremos. PETA le encontró a Ruby un nuevo hogar y sus guardianes le demostraron “lo buena que la vida puede ser”.

Mordecai estaba relegado a una pequeña conejera a la intemperie, también durante el clima inclemente. Este apuesto conejo padecía una horrible infestación de larvas de mosca, llamada rezno. Estuvo en distintos refugios antes de llegar a PETA, donde su nuevo guardián estaba ansioso esperándolo.

La dulce Emmy estaba aterrorizada y sola, viviendo en la calle durante el huracán Matthew. El día siguiente a la tormenta, los trabajadores de campo de PETA estaban chequeando los animales que necesitaran ayuda. Al mirar a los alrededores, llegó Emmy con los ojos llenos de lágrimas a la camioneta y prácticamente saltó dentro. Nadie la reclamó, pero le encontramos un nuevo hogar ¡y ahora sus días de soledad han terminado!

Percy creció y dejó de ser un gatito (¡como los gatos tienden a hacer!) y sus dueños ya no lo quisieron más. Una empleada de PETA, quien tenía otro amigo gato en casa que era exactamente como él, lo tuvo en tránsito. Después de ver lo rápido que los dos se hicieron amigos, supo que de ninguna manera los separaría.

La linda señorita Gertie era una de los más de 100 cerdos rescatados de la instalación acaparadora Darlynn’s Darlins Rescue Ranch. Fue seriamente descuidada, no le daban agua ni comida y estaba esquelética y enferma. La gente bondadosa del Rooterville Sanctuary en Florida, la ayudaron a curarse, y cuando conoció a su mamá adoptiva, fue amor al primer oink.

Cómo alguien no podría querer a Rusty y a sus grandes ojos marrones de cachorro, es incomprensible. Pero después de que su dueño se lo dio a PETA, robó velozmente el corazón de su nueva familia (justo después de robarles la comida).

¿Preparado para escribir tu propia historia de amor? Por favor, adopta siempre. Nunca compres en criaderos ni en tiendas de mascotas.

¡COMPROMÉTETE A ADOPTAR!