Imagina los últimos momentos de 2.7 millones de animales que murieron quemados

¿Qué crees que haría la gente si supieran que en menos de media década, 3 millones de humanos murieron en incendios prevenibles? Ciertamente, harían algo al respecto.

En un nuevo informe, el Instituto de Bienestar Animal descubrió que entre el 2013 y 2017,  2.7 millones de animales confinados en granjas en Estados Unidos,  murieron en incendios de graneros que se pudieron evitar. El estudio concluyó que el 95 por ciento de ellos eran pollos. Según el informe, el incendio más devastador durante este tiempo ocurrió en 2017 en Indiana, cuando 1 millón de pollos murió en Hi-Grade Egg Producers.

Grandes cantidades de animales mueren comúnmente en incendios de graneros. Pueden existir muchos riesgos de incendio en estas fincas, tales como materiales secos y cableado de mala calidad. Además, a menudo carecen de medidas de seguridad como escapes de incendios para los animales, sistemas rociadores y detectores de incendios.

Los animales confinados en granjas y que son criados para después obtener su carne, están excluidos de la protección bajo la Ley Federal de Bienestar Animal. No existe una ley federal que impida a los trabajadores cortarles la cola y los testículos, como sucede con los cerdos, y mucho menos una que los proteja de incendios que se pueden prevenir en los graneros.

Tragedias como esta ocurren cuando seres que viven y sienten son tratados como si fueran cultivos y nada más que objetos inanimados.

La gente inundaría las calles en protesta si millones de humanos sufrieran muertes que pudieron prevenirse, como esta. No te engañes, estos animales sintieron hervir su piel y arder sus pulmones tal como lo sentiría un humano. Lo más probable es que hayan gritado pidiendo una ayuda que nunca llegaría, y hasta sus últimos segundos, hicieron todo lo posible por escapar de una muerte dolorosa.

En las granjas de hoy, miles de animales sensibles están apiñados en cobertizos sucios, sin ventanas, y amontonados en jaulas de alambre, cajas de metal y otros insoportables dispositivos.  Nunca criarán a sus familias, hurgarán en la tierra, construirán nidos o harán cualquier otra cosa que les sea natural e importante. La mayoría ni siquiera sentirá el calor del sol en el dorso,  ni respirará aire fresco hasta el día en que los monten en camiones para ir a los mataderos.

Tras el huracán Florence, el Equipo de Rescate de Emergencia de PETA, vio de primera mano cómo dejaron morir o abandonaron a los animales a su suerte. Atrapados dentro de almacenes en las granjas, 3.4 millones de pollos y pavos y 5.500 cerdos fueron olvidados en las crecidas aguas. Estos animales merecían tener una oportunidad de luchar para sobrevivir. Pero como los productores de carne los ven como algo, y no como a alguien y como artículos a reclamar bajo una póliza de seguros, en lugar de como individuos que valoran sus propias vidas, no les importó lo suficiente como para evacuarlos o siquiera darles la oportunidad de vivir liberándolos antes de que la tormenta cayera.

Estos animales no tenían que morir, fueron asesinados porque los humanos todavía comen carne de animal.

Lo mejor que puedes hacer ahora por los animales es volverte vegano. Al dejar a los seres vivos fuera de tu plato, salvarás a casi 200 animales al año de una muerte sin sentido y aterradora.

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