Penetrantes gases de amoníaco irritaron los pulmones de los investigadores apenas abrieron la puerta del garaje de la casa de un acumulador de gatos. Adentro, encontraron 150 gatos apiñados en jaulas que estaban tan llenas de heces, orina y vómito que los animales no tenían otra opción que pararse, acostarse y dormir sobre sus propios desechos. Muchos estaban peleando furiosos, señal de que estaban pasando hambre, y tenían síntomas de leucemia felina, conjuntivitis e infecciones de las vías respiratorias superiores. Otros ya estaban muertos: los cuerpos de 74 gatos habían sido metidos en un congelador o los habían dejado pudrir en neveras cubiertas de gusanos.
PETA obtuvo recientemente el informe policial y las fotos de la escena del crimen de este horrible caso de acumulación de animales. La pareja de Maryland acusada en relación con el caso afirmó que ejercían el método capturar-esterilizar-soltar (CES). Supuestamente acumulaban y descuidaban a los gatos dentro de su casa, cobertizo y garaje.
Desafortunadamente, este no fue un incidente aislado.
Acaparadores de gatos se hacen pasar por ‘rescatistas’
En Michigan, una mujer y su hijo fueron acusados de crueldad hacia los animales después de que las autoridades incautaran decenas de gatos “muy enfermos” de su propiedad. El hijo llamó a los animales “gatos de colonia” y dijo que él y su madre “estaban haciéndole un favor a la gente de los alrededores al aplicar el CES”.
En California, una mujer descrita como “defensora del cuidado de animales callejeros” y “rescatista de gatos callejeros” fue acusada del delito grave de crueldad hacia los animales después de que las autoridades supuestamente encontraran siete gatos vivos y nueve muertos dentro de su propiedad. El informe policial señala condiciones “indescriptibles” dentro de la casa, donde “(…) cada pulgada del piso estaba cubierta por capas de heces, arena sanitaria, basura, gatos en diferentes estados de descomposición”. Según se informó, una bañera estaba llena de gatos muertos y los cuerpos de algunos gatos estaban tan descompuestos que solo quedaban sus esqueletos.
Ha habido decenas de casos similares que involucran a personas que dijeron que eran “rescatistas”, pero que, de hecho, estaban maltratando y descuidando a los mismos animales que decían estar ayudando.
Los refugios de animales están dándole la espalda a los gatos, fomentando los acumuladores de gatos
El abandono de gatos está aumentando en todo el país, al tiempo que un número creciente de refugios de animales están negándose a recibir gatos y los están rechazando. ¿Por qué? Porque están bajo una intensa presión de personas mal informadas que exigen prácticas “no eutanásicas” a toda costa. Rechazar a los gatos es una forma de que las estadísticas de eutanasia de un refugio parezcan atractivas, pero no ayuda a los gatos ni evita que mueran. En cambio, prácticamente garantiza que sufrirán muertes tempranas y dolorosas en las calles o languidecerán y morirán en jaulas al ser acumulados por “rescatistas” de gatos.
Incluso, algunos estados han tratado de legalizar el abandono de gatos y privar a los gatos de protección legal. En Virginia, el proyecto de ley 1390 del Senado, el cual fue pospuesto luego de una protesta de PETA, otros grupos de protección animal, organizaciones de defensa y conservación de la vida silvestre y decenas de miles de personas preocupadas, efectivamente le habría permitido a los municipios, grupos e individuos abandonar gatos a la intemperie sin proveerles ningún cuidado. Nueva Jersey aprobó el proyecto de ley 1640 del Senado, que exige refugio adecuado para los perros, pero específicamente exime a las personas del requisito de proveer refugio a los gatos que viven en espacios exteriores en temperaturas extremas.
Estas medidas defraudan a los gatos y a la comunidad. Facilitarles a las personas abandonar a los gatos y privarlos de cuidado solo trae más sufrimiento para estos animales y, en primer lugar, no hace nada para atender las causas por las que tantos gatos terminan sin hogar.
Abandonar gatos no es la respuesta a la sobrepoblación de animales y la falta de hogares
La única solución humanitaria radica en la prevención. En vez de fomentar el abandono, las comunidades deben fomentar la guarda responsable requiriendo que los gatos sean esterilizados y mantenidos en espacios interiores, donde están seguros.
Si las comunidades insisten en permitir que grupos e individuos abandonen gatos a la intemperie si los animales han sido esterilizados (CES), como mínimo, deben incluir supervisión y regulaciones como las implementadas en Beverly Hills, California, y Newport News y Hampton, Virginia, las cuales describen las normas mínimas básicas sobre los cuidados que deben dárseles a los gatos abandonados.
Los gatos te necesitan: ¡alza la voz!
Es vital que los refugios de animales y los legisladores sean contactados por personas preocupadas como tú. Si el refugio de animales de tu localidad está rechazando a los gatos, ¡habla! Ínstalo a ser un lugar verdaderamente seguro para cada animal necesitado y cumplir con lo que debería ser la misión de todos los refugios: proteger a los animales y mantenerlos a salvo, es decir, fuera de las calles. Pídeles a los miembros del concejo municipal y a los legisladores estatales que brinden a los gatos las mismas protecciones que a los perros, incluyendo que se les permita vivir dentro de la casa y lleven correa cuando salgan a la calle, proporcionarles un refugio adecuado, microchip, licencia (permiso para tenerlo) y vacunas contra la rabia y otras enfermedades contagiosas. Los gatos son animales domésticos frágiles que son tan vulnerables y merecedores de nuestro cuidado y compasión como los perros.
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