La Gran Farmacéutica Eli Lilly se Niega a Abandonar la Prueba de Nado Forzado

¿Por qué la gigante farmacéutica Eli Lilly (fabricante de Prozac) rechazaría firmemente dejar de hacer la prueba de casi ahogamiento en animales que otros grandes fabricantes de medicamentos han abandonado?

Decenas de miles de nuestros simpatizantes le han escrito a la compañía. PETA ha escrito. Ha concurrido a las asambleas de accionistas. Ha hecho manifestaciones, a veces incluso afuera de la oficina del CEO de la compañía. Hemos colocado anuncios móviles y fijos. Nos hemos burlado de ellos, los hemos sonsacado y hecho todo lo que se nos ha ocurrido para que Eli Lilly deje de hacer la ridícula prueba de nado forzado, que ya ha sido abandonada por Johnson & Johnson, Bayer, GlaxoSmithKline, AbbVie Inc., Roche, AstraZeneca, Novo Nordisk A/S, Boehringer Ingelheim, Pfizer y Bristol Myers Squibb.

El pasado oscuro de Eli Lilly: una cultura de tormento

PETA anduvo investigando. Tal vez la razón por la que Eli Lilly no abandona la prueba de nado forzado se origina en su larga y fea historia de tormento a los animales.

Eli Lilly ha herido y matado miles de animales (incluyendo cientos de perros y monos) en varios experimentos que datan de al menos el año 2008, según reportes del Departamento de Agricultura de EE.UU.

Solo en 2008, Eli Lilly usó más de 2.200 animales en varios experimentos, entre ellos 784 perros, 424 primates y 424 conejos. Estas cifras no incluyen a un gran número de ratones, ratas y otros pequeños animales que ni siquiera cuentan con la protección más básica de la Ley federal de Bienestar Animal.

Entre el número de muertos de ese año hubo cuatro perros y tres monos que fueron usados para probar fármacos experimentales. A pesar de su “fuerte” toxicidad, ni los perros ni los monos recibieron analgésicos, porque eso hubiera “confundido la interpretación de los resultados experimentales”, dice un reporte. En vez de aliviar su dolor y curarlos, los experimentadores los mataban, siempre que los animales no hubieran muerto antes, dado su profundo y constante sufrimiento.

Más recientemente, en 2016, 65 cobayos padecieron dolor sin ningún alivio, después de que experimentadores les provocaran intencionalmente una enfermedad cardiovascular o renal de manera de poder probar nuevos fármacos. Y decían lo mismo que antes: aliviarles el dolor hubiera generado confusión en el experimento. Así que los animales sufrieron hasta que Eli Lilly decidió que ya no les servían más. Y los mataron.

Asesinos Contratados

Conscientes tal vez de que la opinión pública está cambiando y se opone a la experimentación animal, parece que Eli Lilly recientemente ha estado contratando a otros laboratorios para atormentar a los animales, es decir, pagando a otras compañías para hacer su trabajo sucio en vez de hacerlo puertas adentro. La tortura es igualmente horrorosa.

En un experimento publicado en 2020, Eli Lilly pagó a un laboratorio para abrirles quirúrgicamente la caja torácica a perros y cerdos e insertarles tubos en sus vasos sanguíneos. Una proteína experimental fue inyectada a través de los tubos para ver cómo afectaba su presión arterial y ritmo cardíaco. Luego asesinaron a los animales y cortaron y examinaron los corazones.

Según un artículo publicado el año pasado, Eli Lilly también pagó a terceros para que experimentaran en monos. Experimentadores inyectaron distintos anticuerpos a 39 macacos y los monos padecieron 14 extracciones de sangre durante 31 días. Covance, el contratista lamentable, condujo algunos de estos experimentos para Eli Lilly.

Actúa hoy mismo por los animales

Hazle saber a Eli Lilly que es hora de colocarse del lado correcto de la historia, como ya ha hecho la mayoría de sus competidores, y de dejar de hacer la prueba de nado forzado

¡ACTÚA AHORA!