En respuesta a las declaraciones de Louis Vuitton de que el 100% de los animales usados para fabricar los productos de la compañía son “criados humanitariamente”, PETA tiene una pregunta importante para hacerles: ¿Como es posible que la industria de las pieles exóticas, en la que los trabajadores a veces desuellan a los animales vivos y aturden a los avestruces con electricidad antes de cortarles la garganta, se pueda considerar humanitaria?
La respuesta es: no se puede. En una carta a Michael Burke, CEO de Louis Vuitton, PETA contradijo las recientes afirmaciones de que la empresa usa materiales de origen humanitario: “A pesar de esta aseveración a los consumidores, no existen los animales ‘criados humanitariamente’, que son asesinados y desollados violentamente para hacer productos de Louis Vuitton”.
No importa cómo sean asesinados los animales, no hay manera humana de explotarlos por sus pieles. Un video exposé de PETA sobre una granja de cocodrilos en Vietnam, que ha provisto de pieles a LVMH, mostró a cocodrilos apiñados en recintos de concreto, algunos más estrechos que la longitud de su cuerpo. En otra granja, los cocodrilos estaban apiñados en fosas diminutas y sucias de concreto con otros reptiles, expuestos a heridas, enfermedades y agresiones; a un cocodrilo incluso le faltaba la cola.
Otra investigación de PETA dentro de una de las empresas más grandes de mataderos de avestruces del mundo –incluyendo Klein Karoo International, que proveyó de cuero de avestruz a Louis Vuitton– reveló trabajadores golpeando a los avestruces en el rostro durante su transporte, inmovilizándolos a la fuerza, empujándolos dentro de cámaras de aturdimiento y cortándoles las gargantas frente a otros que esperaban su turno, condenados al mismo destino.
LVMH aún no se ha unido a la larga lista de diseñadores que ya son libres de pieles, incluso después de que una investigación tras otra ha mostrado la crueldad generalizada de la industria de las pieles.
Ningún animal debería ser usado para hacer ropa o accesorios bajo ninguna circunstancia, pero estas condiciones horripilantes son la norma. Jared Goodman, vicepresidente de la Fundación PETA y asesor jurídico adjunto sobre leyes relativas a los animales, dejó claro en la carta, que independientemente de los esfuerzos de la empresa de limpiar la imagen de sus productos, la industria de las pieles sigue dañando y explotando a los animales:
Como se describe en el reporte adjunto, que fue enviado a LVMH en 2016, esta crueldad es estándar en cualquier lugar en el que los animales son asesinados para uso humano. Y las investigaciones de PETA sobre las industrias de la lana, el plumón y el cuero han mostrado una y otra vez que es una fantasía que las certificaciones (que ni Louis Vuitton, ni LVMH exigen de todos los proveedores en su cadena) de alguna manera evitan daños graves.
Los cocodrilos son animales magníficos que pueden vivir hasta 80 años en su hábitat natural, donde disfrutan de jugar y cavar túneles. No deberían estar en fosas de concreto, ni sobre mesas de corte, ni en accesorios; ningún animal debería estar ahí.
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Docenas de los diseñadores y minoristas más grandes, incluyendo Calvin Klein, Chanel, Nordstrom, y Selfridges, han retirado las pieles exóticas de sus productos. PETA seguirá ejerciendo presión sobre los ejecutivos de LVMH hasta que entiendan que los animales no son nuestros para explotarlos para hacer bolsos, ropa ni ninguna otra cosa.
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