Monos Mutilados Forzados a Levantar Pesas Tras Espantosa Cirugía Cerebral

¿Eres lo suficientemente fuerte como para levantar tu propio peso? ¿Y lo harías luego de que alguien te atara, te quitara partes del cráneo e implantara electrodos en el cerebro?

Según un impactante estudio, experimentadores en la Universidad de Newcastle forzaron a monos a soportar un extenuante esfuerzo físico antes de asesinarlos y diseccionarlos.

Los experimentadores sometieron a dos hembras de macaco rhesus -conocidas como Mono L y Mono N- a un “entrenamiento de fuerza” por hasta tres meses. Cinco días a la semana, los animales realizaban 50 repeticiones de levantamiento de peso de hasta 14,3 libras en pruebas de alrededor de 20 minutos de duración. Los animales solo pesaban aproximadamente entre 13,2 y 14,3 libras. Cuando los experimentadores los forzaban a levantar las pesas más pesadas, era equivalente a hacer 50 flexiones de brazos en 20 minutos.

Monkey used in experiment

Este mono en la Universidad de Utah fue usado en cirugías neurológicas invasivas, de forma similar a como fueron usados los monos en el experimento de levantamiento de pesas en la Universidad de Newcastle.

Esta es solo una pequeña muestra del tipo de maltrato al que fueron sometidos estos monos. A ambos también los sometieron a múltiples cirugías invasivas, incluidas estas:

    • Se atornillaron cascos a los cráneos de los monos para que no movieran la cabeza durante las tareas de entrenamiento con pesas.
    • Les implantaron electrodos en un músculo entre los dedos pulgar e índice, en tres músculos diferentes del antebrazo y en los músculos bíceps, tríceps, pectorales y del hombro. Los electrodos fueron cosidos a los músculos y los cables fueron pasados por debajo de la piel hasta los conectores en el casco.
    • Ciertas partes de los cráneos de los monos fueron temporalmente removidas para exponer los cerebros y poder implantar seis electrodos adicionales.
    • Para “optimizar” la ubicación, los experimentadores observaban las reacciones faciales y movimientos oculares de los monos y escuchaban sus gruñidos mientras les insertaban con fuerza los electrodos en el cerebro, es decir que los monos estaban conscientes durante esta pesadilla.
    • Los experimentadores implantaron otro electrodo más en el cerebro del Mono L para estimular los centros de recompensa y así poder manipular su cerebro eléctricamente. Enviaron señales que podrían haberse traducido en sensaciones similares al placer. Esto fue usado durante el “entrenamiento de fuerza” para mantener motivado al animal.
    • Los experimentadores restringieron la comida y los líquidos a los monos para que “trabajaran”.

Monos Mutilados Forzados a Levantar Pesas

Al final de sus tristes vidas, transcurridas dentro de un laboratorio muy lejos de su hogar en la selva, estos monos fueron asesinados y diseccionados.

Nunca supieron lo que es saltar de un árbol a otro con sus seres queridos, formar relaciones con su tropa o buscar alimento. Vivieron y murieron en cautiverio.

Uno de los coautores de este estudio tiene un historial de infracciones: en 2013 fue públicamente criticado por “desechar la ética”, al eludir la legislación británica volando a Nairobi para hacer experimentos mortales en babuinos robados de sus hogares. Según la información, “Los experimentos en babuinos y otros primates capturados en la naturaleza están prohibidos en el Reino Unido debido a la preocupación por el sufrimiento que implica atraparlos y transportarlos”.

Los experimentadores torturan y asesinan monos todos los días. Ayuda a PETA a poner fin a experimentos como estos.

En este momento, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) están gastando el dinero de los contribuyentes para financiar otras pruebas espantosas similares, en las que los experimentadores les cortan la cabeza a los monos, les serruchan una porción del cráneo para exponer el cerebro y les inyectan toxinas para causarles daño cerebral permanente. Después, los experimentadores aterrorizan a los monos con serpientes y arañas falsas.

Suena ridículo, ¿no?

Estos experimentos, conducidos por Elisabeth Murray, han venido realizándose durante décadas. Al igual que el testeo de los efectos de los coronavirus en monos, estos experimentos no tienen valor para los humanos. Son simplemente un modo de malgastar subsidios y otros fondos que podrían haberse usado para una investigación científica superior y relevante para los humanos.

¿Quieres ayudar a los monos?

Usa el enlace de abajo para exigirles a los NIH que terminen con estos experimentos.

TERMINEN LOS EXPERIMENTOS MORTALES EN MONOS