Atormentar animales bajo la apariencia de “investigación científica” aparentemente es un negocio redituable, según encontró un estudio de PETA sobre los salarios de los empleados de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).
Estos experimentadores y funcionarios no solo ganan bastante en los NIH, sino que sus salarios son de los más altos del país. El director de los NIH, el director del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés), y un longevo experimentador de monos desde hace mucho tiempo, están en el nivel más alto de la pirámide de ingresos de la nación. Mientras ellos reciben los dólares de tus impuestos, los animales a su cargo sufren muertes dolorosas y evitables.
El director de los NIMH, Joshua Gordon, cobró nada menos que $337.000 en dinero de contribuyentes en 2019. Su alto salario lo coloca en la franja del 5% de quienes más dinero ganan en EE.UU., ya que el ingreso a este exclusivo club arranca en los $309.000. Su salario no ha bajado de los $310.000 desde el año 2016 al menos. Ha cobrado poco menos de $1 millón en los últimos cuatro años.
El director de los NIH, Francis Collins, recibió $205.000 en dinero de contribuyentes en 2019. No ha cobrado menos de $199.700 desde el 2015, colocándolo en el 10% de las personas con mejor salario del país.
Collins, desde luego, supervisa a los NIH y su presupuesto anual de $42 mil millones (que provienen íntegramente de contribuyentes). Casi la mitad del presupuesto para la investigación de la agencia es asignada a la inútil experimentación en animales. Dato: más del 90% de los hallazgos de investigación básica, cuya mayoría involucra experimentos en animales, nunca conducen a tratamientos para humanos. En 2020, los NIH gastaron más de $17,6 mil millones en experimentos en animales. Esto es un rotundo fracaso y un gasto de dinero colosal.
Elisabeth Murray, la experimentadora del NIMH, quien atormenta a monos con daño cerebral con serpientes y arañas falsas, cobró $245.000 en 2019. No ha ganado menos de $212.000 desde 2015, cuando, además, se le otorgó un bono de $1.000. Al igual que Gordon, ella se encuentra entre el 5% de los asalariados mejor pagos del país.
Durante más de 30 años, Murray ha dañado los cerebros de monos y los ha sometido a la soledad, depresión, y ansiedad en jaulas de laboratorios. PETA publicó imágenes de video en las que aterroriza a estos animales, exponiéndolos a serpientes y arañas que parecen ser reales. Sus experimentos crueles y sin sentido no han conducido a ningún tratamiento ni cura para humanos.
Con Gordon, el NIMH derrocha dinero en ciencia basura. Además de los $36 millones que ha usado para financiar los grotescos experimentos de Murray durante los últimos 13 años, la agencia sigue financiando una variedad de experimentos inútiles en animales. Estas pruebas incluyen la ampliamente desacreditada prueba de nado forzado en la que ratones y otros pequeños animales son colocados en vasos llenos de agua y sin escapatoria en los que se ven obligados a nadar para evitar ahogarse. EL NIMH también conduce la prueba de suspensión de cola, en la que los ratones son colgados boca abajo por la cola, y la prueba de descarga eléctrica en los pies, en la que colocan a ratones o ratas en cámaras cerradas con piso electrificado.
La agencia usa estos experimentos para probar medicamentos nuevos para la depresión humana, a pesar de que los resultados son poco fiables: no son más predictivos de la respuesta humana a los fármacos que arrojar una moneda. De hecho, el 95% de los nuevos fármacos, que resultaron seguros y eficaces en animales, fallan en ensayos clínicos en humanos.
Collins, Gordon, y Murray, siguen cobrando dinero a costa del dolor y el sufrimiento innecesario de animales, y a pesar del fracaso de estos métodos para producir soluciones reales a problemas humanos.
Es tiempo de responsabilizar a estas personas por sus acciones. Por favor, suma tu voz a la nuestra:
DILES A LOS NIH QUE NO TOLERARÁS EL TORMENTO A MONOS
