Estos Monos y Ratones Fueron Rescatados de un Infierno en Colombia que los NIH Aún Parecen Estar Financiando

La extensa investigación realizada por PETA sigue dando resultados. En dos operativos llevados a cabo recientemente, 108 monos en mal estado de salud fueron rescatados por la agencia ambiental Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) y la Fiscalía General de Colombia, y 180 ratones fueron rescatados por las autoridades de Cali. Estos animales estaban confinados en un asqueroso laboratorio financiado por los contribuyentes estadounidenses.

©Alcaldía de Cali
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Estos 102 monos nocturnos y seis monos ardilla habían sido obligados a vivir entre sus excrementos en jaulas oxidadas. Los funcionarios de la CVC encontraron un mono bebé muerto, un mono a quien le faltaba un ojo y la desaparición inexplicable de 21 monos.

Los exámenes médicos realizados a los sobrevivientes revelaron aún más crueldad. Se ha descubierto que sufren varias afecciones médicas graves, entre ellas:

  • Necrosis cutánea y un dedo fracturado, requirió cirugía inmediata
  • Secreción de pus del único ojo de un mono
  • Amputaciones
  • Antiguas fracturas
  • Lesiones en la piel
  • Dientes agrietados y faltantes
  • Lesiones en los labios
  • Lesiones en la córnea
  • Pérdida de pelo
  • Dermatitis e hiperqueratosis, el engrosamiento de la capa externa de la piel.

Los monos ahora se están recuperando en el centro de rescate y rehabilitación de vida silvestre de la agencia ambiental regional Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca.

La Fiscalía General de Colombia está investigando a Sócrates Herrera Valencia y su esposa, Myriam Arévalo Ramírez, dueños de la Fundación Centro de Primates (FUCEP), por la aparente experimentación ilegal en monos, la posible captura ilegal de estos animales y delitos contra su  bienestar.

Mientras tanto, 10 universidades e institutos alrededor del mundo se están distanciando de las organizaciones controladas por Herrera y Arévalo o han iniciado sus propias investigaciones.

Mira aquí qué instituciones han hecho lo correcto:

  • Instituto Burnet, Australia
  • Centro Médico Imbanaco, Colombia
  • Instituto de Medicina Tropical, Bélgica
  • Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, Panamá
  • Instituto Pasteur, Francia
  • Universidad de Ciencias Aplicadas de Mittweida, Alemania
  • Instituto de Investigaciones Médicas de Papúa Nueva Guinea, Papúa Nueva Guinea
  • Centro Médico de la Universidad de Radboud, Países Bajos
  • Universidad del Valle, Colombia
  • Universidad ICESI, Colombia
  • Centro Médico de la Universidad Radboud, Países Bajos
  • Centro Médico Imbanaco, Colombia
  • Fundación Santa Fe de Bogotá
  • Instituto Burnet, Australia
  • Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, Panamá
  • Instituto de Investigación Médica PNG, Papúa Nueva Guinea
  • Instituto de Medicina Tropical, Bélgica
  • Instituto Pasteur, Francia
  • Universidad de Ciencias Aplicadas Mittweida, Alemania
  • Universidad del Valle, Colombia
  • Universidad ICESI, Colombia

No encontrarás a los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de EE. UU. en esa lista.

En los últimos 20 años, los NIH le han dado a la pareja más de 17 millones de dólares provenientes de los contribuyentes estadounidenses, supuestamente para desarrollar una vacuna contra la malaria. Una vacuna que aún no existe.

Hasta ahora, los NIH han guardado silencio mientras las autoridades colombianas, los políticos y las instituciones de todo el mundo responden rápidamente a la crueldad descubierta por PETA e  infligida en nombre de los contribuyentes estadounidenses.

En una carta dirigida a los funcionarios de los NIH, PETA les exigió desvincularse de inmediato de este fiasco colombiano e investigar las graves denuncias de falta de integridad científica. También le pedimos al Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) que anule el actual financiamiento a Herrera y le exija la devolución del dinero que le ha dado.

Los NIH deben ponerse a tono con el resto del mundo, condenar estas atrocidades y devolver el dinero de los contribuyentes que las financió.

Por favor, suma tu voz a la nuestra y exígele al secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, quien supervisa los NIH, que le ordene a la agencia que deje de financiar a estos maltratadores de monos.

Evíales una carta a los NIH y exígeles que rindan cuentas