PETA expone a los principales infractores universitarios de las Leyes de Bienestar Animal

Seamos claros: todos los laboratorios de experimentación en animales son una pesadilla, y ninguno debería existir. Pero en orden descendente de horror, están los peores laboratorios, los peores de los peores, y los que están al fondo del pozo.

Y luego hay una trampilla en estos infiernos.

Los científicos de PETA han identificado cinco instituciones académicas como las que violan con mayor frecuencia las directrices federales sobre bienestar animal entre los institutos con laboratorios financiados por los contribuyentes. Presentaron esos hallazgos en el 12.º Congreso Mundial sobre Alternativas y Uso de Animales en las Ciencias de la Vida, celebrado recientemente en las Cataratas del Niágara (Canadá).

Los cinco flagrantes son la Universidad de Wisconsin-Madison, la Facultad de Medicina de Baylor y las universidades de Pittsburgh, Washington y Minnesota.

Los científicos de PETA examinaron los informes federales e identificaron los 25 institutos que reciben más dinero de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), por un total de $9.5 mil millones. En un periodo de 41 meses, se detectaron 632 violaciones en materia de bienestar animal.

De ese total, los cinco flagrantes son responsables de 295 violaciones. Eso es apenas una pizca del 47 % de todas las violaciones del estudio.

Detrás de las estadísticas

El número de violaciones en estos institutos es, sin duda, asombroso, pero eso es sólo una parte de la historia. Cada violación representa un sufrimiento absoluto infligido a un ser sensible incapaz de defenderse, y cada una es un acto de violencia distinto.

1. En la Universidad de Wisconsin-Madison, la “Delincuente en Jefe” de los cinco flagrantes, con 72 infracciones, un mono bebé murió tras pasar la noche sin agua. Y en cuatro incidentes distintos, los ratones sufrieron muertes agonizantes porque el personal los dejó sin comida ni agua. El instituto recibió $365 millones de los NIH en 2022.

2. En la Facultad de Medicina de Baylor, responsable de 63 infracciones, dos ratones quedaron atrapados en una jaula que fue enviada a través de una lavadora de jaulas a alta temperatura, muriendo escaldados. Otro ratón recibió la eutanasia tras quemarse durante una cirugía cuando una herramienta estalló en llamas. Baylor recibió $365 millones de los NIH en 2022.

3. La Universidad de Pittsburgh es responsable de 59 violaciones, incluido un incidente en el que un mono requirió la amputación parcial de cuatro dedos de sus pies tras escapar. Y en más de 30 incidentes distintos, los ratones sufrieron muertes agonizantes y dolorosas después de que el personal los dejara sin comida ni agua. El instituto recibió $675 millones de los NIH en 2022.

4. Se produjeron 53 violaciones distintas en la Universidad de Washington, sede del tristemente célebre Centro Nacional de Investigación de Primates de Washington. En las instalaciones de la escuela en Arizona, después de que el personal dejara una jaula sin cerrar, un mono joven se escapó y fue gravemente herido por otro mono, lo que requirió la amputación de su brazo izquierdo. En otro incidente, 19 ratones murieron de inanición después de que el personal los dejara sin comida durante 12 días. El instituto recibió $592 millones de los NIH en 2022.

5. En una de las 48 infracciones de la Universidad de Minnesota, un mono sufrió quemaduras en la parte inferior del abdomen y la espalda después de que el personal no controlara un dispositivo de calentamiento durante una cirugía. Se encontraron una docena de ratones confinados en tres jaulas sin comida. Uno murió y otros tres requirieron atención médica. El instituto recibió $433 millones de los NIH en 2022.

¿Qué significa todo esto?

El gobierno federal ha establecido unas normas mínimas para el cuidado de los animales en los laboratorios: proporcionarles comida y agua. No los quemes hasta morir. Este tipo de cosas.

Pero a pesar de devorar aproximadamente $2.4 mil millones en fondos de los contribuyentes sólo en 2022, ninguna de estos cinco institutos puede gestionar ni siquiera eso. Su absoluto y completo fracaso incluso en las funciones más rudimentarias de cuidado de los animales delata un desprecio por la vida de los animales o una aceptación de la incompetencia. O ambas cosas. De cualquier manera, el mismo gobierno que estableció esas normas debe frenar el flujo de dinero cuando no se cumplan, o no tiene sentido tenerlas.

Dado que los cinco flagrantes no muestran síntomas del “síndrome de competencia súbita”, los miles de millones que reciben cada año estarían mejor invertidos en métodos de investigación sin animales, como los descritos por el Acuerdo de Modernización de la Investigación Científica de PETA.

Qué puedes hacer

Por favor, ACTÚA: Haz saber a estas instituciones que lo que les ocurre a los animales en sus laboratorios es inaceptable:

Cierren el Centro Nacional de Investigación de Primates de Washington
Acaben con el financiamiento del laboratorio de la Universidad de Pittsburg
Cierren el Centro Nacional de Investigación de Primates de Wisconsin