¡Victoria! Nosey la elefante, permanecerá fuera del alcance de su ex abusivo cuidador, Hugo Liebel

Actualización: La historia de Nosey la elefanta, tendrá un merecido final de cuento de hadas. Hoy, el juez Terry, de la Corte del Distrito del condado Lawrence, declaró que Nosey la elefanta no regresará con la gente que la tenía encadenada, meciéndose de un lado a otro entre sus propios deshechos, sufriendo con infecciones en las vías urinarias y en la piel, además de una dolorosa osteoartritis y síntomas de deshidratación y desnutrición. PETA agradece a las autoridades locales por iniciar este proceso y a todos los que trabajaron para que Nosey fuese separada del hombre que usó cadenas e intimidación para forzarla a dar paseos durante décadas.

El camino a la justicia fue largo

Antes de que Nosey fuese incautada, Liebel fue citado ante el Departamento de Agricultura de EE.UU. (U.S. Department of Agriculture) por cerca de 200 violaciones al bienestar animal. La mayoría de estos citatorios estuvieron relacionados con el maltrato hacia Nosey, incluyendo atarla en cadenas tan apretadas que apenas podía moverse, y negarle cuidado veterinario. Esta crueldad tuvo lugar durante décadas.

PETA emitió una petición instando al Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) a revocar la licencia federal del infame exhibidor de elefantes Hugo Liebel (antes de su renovación, el 30 de enero) con varios fundamentos, incluyendo que Liebel, quien fue recientemente acusado de crueldad a los animales debido a la desatención y maltrato a la elefanta Nosey, no es apto para tener una licencia.

El 9 de noviembre, las autoridades locales en el condado de Lawrence, Alabama, le confiscaron la elefanta Nosey a Liebel y la colocaron en The Elephant Sanctuary en Tennessee, con una orden pendiente de un juez de tribunal de distrito del condado de Lawrence. La petición de PETA a la USDA cita el testimonio brindado en una audiencia del 15 de diciembre en el tribunal de distrito del condado de Lawrence, de que Nosey llegó al santuario con numerosos graves, dolorosos y crónicos problemas de salud, ninguno de los cuales Liebel o su veterinario habían aparentemente diagnosticado o tratado en forma apropiada.

El testimonio del juicio mostró que Nosey llegó allí padeciendo durante mucho tiempo una condición de la piel llamada hiperqueratosis, que consiste en piel engrosada, escamosa, reseca y resquebrajada. También tenía una infección bacteriana, una infección del tracto urinario, parásitos intestinales, osteoartritis y atrofia muscular. Además, parecía tener un tracto gastrointestinal casi vacío y mostraba signos de deshidratación.

La petición de PETA señala que Liebel ha dado falsos testimonios a la USDA y a otros organismos del gobierno, incluyendo el Florida Fish and Wildlife Conservation Commission, que le negó la renovación de su permiso para ser propietario de Nosey en el estado de origen de Liebel.

Publicado el 16 de diciembre de 2017:

Actualización: Los exhibidores de elefantes Hugo y Franciszka Liebel fueron arrestados el sábado por la mañana, acusados de crueldad a los animales en relación con la elefanta Nosey, según la prensa.

Las acusaciones de crueldad están bien merecidas para los infames maltratadores de animales que dejaron a Nosey encadenada, confinada en sus propios desechos y sin refugio adecuado, la verdadera desatención que ha padecido en custodia de estos maltratadores durante años, antes de ser finalmente confiscada el mes pasado por oficiales de Alabama. Las autoridades locales hicieron lo correcto en oponerse a la crueldad y confiscar a Nosey, cuyo destino aún resta ser determinado por la corte. PETA continuará luchando por ella hasta que sea llevada de forma definitiva a un espacioso santuario.

Actualización: Nosey halló un premio de calabaza en su nuevo hábitat. La calabaza es la comida favorita de los elefantes.

Actualización: Cuando Nosey llegó a The Elephant Sanctuary en Hohenwald, Tennessee, el martes último por la noche, luego de haber sido confiscada de Hugo Liebel, el manejador que la maltrataba, el personal estaba esperándola con regalos de bienvenida: frutas y verduras frescas, bambú, y hojas de plátano. Los equipos veterinarios y de supervisión la controlaron cuidadosamente durante la noche, e informaron que estaba tranquila y ya demostraba interés en su nuevo entorno en el refugio con rica vegetación. Una corte pronto decidirá si Liebel podrá tenerla nuevamente. Y PETA estará presionando en todo momento para que Nosey permanezca donde está.

Actualización: El propietario de Nosey, Hugo Liebel, ha recibido un citatorio por bienestar animal. El informe confirma que Hugo Liebel no puede o no brinda a su elefanta el cuidado más básico, dijo la directora asociada de la Fundación PETA, Rachel Mathews. “PETA está trabajando para el día en que Nosey nunca más vuelva a ser encadenada y sea retirada de forma permanente a un santuario que le brinde atención veterinaria en todo momento y protección contra todo daño”.

Publicado el 9 de noviembre de 2017:

La elefanta Nosey está en buenas manos luego de que el tribunal de distrito del condado de Lawrence en Alabama, emitió una orden de confiscación.

La elefanta lesionada que fue encontrada encadenada, confinada en sus propios desechos, y sin refugio apropiado, fue liberada de esas malas condiciones tan conocidas para todos quienes siguieron su historial de maltrato durante años. PETA agradece a las autoridades locales por confiscar a Nosey y a la corte por su decisión de hoy, de permitir el traslado de esta elefanta que ha sufrido durante tanto tiempo hacia buenas manos, habiendo una audiencia pendiente al respecto. PETA se compromete a continuar trabajando en su nombre hasta que sea finalmente llevada a un espacioso santuario que sea su hogar para siempre.

Nosey ha estado cautiva por el manejador infame Hugo Liebel, que la usó para dar paseos y espectáculos. Liebel ha sido citado por el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) por casi 200 violaciones de bienestar animal.

Como todos los animales, Nosey merece nada menos que una vida lo más alejada posible de las cadenas y de los humanos que la explotan a cambio de un beneficio. No daremos marcha atrás hasta que Nosey – y lo más importante, otros elefantes como ella – hayan ganado.

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