Los NIH Dan el Dinero de Tus Impuestos a una Compañía Cruel Con un Largo Historial en el USDA

Los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) utilizan el dinero de tus impuestos para comprarle monos a Alpha Genesis Inc. (AGI), una empresa de Carolina del Sur tan incompetente, que incluso las autoridades federales que temen las consecuencias se vieron obligadas a imponerle multas de más de $12 000 porque el personal parece no poder cumplir ni siquiera los estándares mínimos necesarios para el cuidado de los animales.

Los NIH también le han dado algunos de estos monos a su propia experimentadora Elisabeth Murray, cuyas pruebas son tan monstruosas y científicamente cuestionables que incluso sus colegas las ponen en duda.

Si todo esto suena mal, es porque lo es. Es realmente una tormenta perfecta de crueldad.

Como lo reveló por primera vez el exposé de PETA, Murray ha gastado los últimos 40 años, y más de $50 millones de fondos de los contribuyentes, provocándoles daño cerebral a los monos deliberadamente y sometiendo a los animales a pruebas de comportamiento primitivas y aterradoras, que incluyen asustarlos con serpientes y arañas plásticas de aspecto real. Sus abominables experimentos, cuyas imágenes de video describen una verdadera noche de terror para los monos, no han conducido a un solo tratamiento nuevo o cura para los humanos en cuatro décadas.

Los registros federales obtenidos por PETA documentan que algunos de los monos que ahora están en el laboratorio de Murray fueron comprados en AGI a pesar de su manchado historial sobre el cuidado y la seguridad de los animales. Las condiciones para los monos son tan malas en AGI que, en 2017, el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA, por sus siglas en inglés), una agencia notoriamente tolerante con quienes violan las leyes de bienestar animal, dio un paso excepcional cuando multó a la compañía con $12 600 por numerosas violaciones a la Ley federal de Bienestar Animal.

 

Pero las cosas no han mejorado en AGI, donde los monos escapan con frecuencia de sus jaulas y otros recintos, sufren heridas graves o mueren debido a la negligencia e incompetencia del personal:

• Un mono que el personal había dejado afuera murió congelado en temperaturas que bajaron a 9 grados.

• Dos macacos casi mueren de sed porque el personal tardó una semana en notar que su tubería de agua había sido cerrada.

• Un mono murió por negligencia en un área que el personal pensó que estaba vacía.

• Los inspectores encontraron cucarachas muertas afuera de las jaulas de los animales y adentro había una capa de heces y agua estancada.

• Tres monos murieron de estrés por frío después de procedimientos de sedación.

• Personal negligente puso a los animales en recintos equivocados seis veces en ocho meses. Después de un incidente, un mono murió por un traumatismo causado por otros monos en el recinto y otros cuatro requirieron tratamiento médico. En otra ocasión, un mono fue matado a golpes por otros monos. Y en otro incidente, dos monos murieron después de que sus dedos quedaran atrapados en estructuras en sus recintos, algo que nadie notó.

• Tres grupos de monos abrieron paneles entre sus jaulas y pelearon, después de lo cual tres de los animales requirieron tratamiento médico.

Cuando los miembros del personal no están poniendo en peligro a los monos por descuido y negligencia, los dejan sueltos. Un mono que escapó hace ocho años todavía está desaparecido, según documentos federales.

Todos estamos a favor de vaciar las jaulas, pero los monos deberían ir a santuarios, no correr el riesgo de lesionarse y morir por la negligencia de un personal incompetente.

Wilfork the monkey used in experiments at NIH

Entre enero y agosto de 2020, hubo seis incidentes en los que los monos abrieron sus recintos o escaparon de ellos. Dos grupos de monos, uno de siete monos y otro de cuatro, escaparon a través de cercas de tela metálica endebles. Otros escapes incluyen los siguientes:

• Veintiséis monos escaparon de su recinto después de que el personal no se asegurara de que las cerraduras estuvieran bien cerradas, lo que resultó en la amputación del dedo de un animal.

• Un mono escapó de una jaula de transporte hacia el bosque mientras era trasladado a la clínica de salud. El animal continúa desaparecido.

• Dos monos escaparon de un recinto exterior de tela metálica. Uno de ellos recibió un disparo con una pistola tranquilizante, sufrió lesiones internas y murió.

• Un mono escapó de un recinto porque el personal usó un clip en lugar de un candado para asegurarlo.

En conclusión: los NIH están realizando experimentos éticamente corruptos en seres sensibles comprados con el dinero de tus impuestos a una compañía con antecedentes de flagrante negligencia e incompetencia por años. Esta no es forma de buscar la verdad científica. Es un despilfarro cruel.

Los monos trasladados de AGI al laboratorio de Murray fueron de mal en peor y soportan un sufrimiento y una tristeza continuos. AGI ha construido un negocio sobre sus cadáveres, y Murray ha hecho una carrera engañando al público para que crea que sus experimentos son de alguna manera importantes o relevantes. Los NIH deben dejar de hacer negocios con AGI inmediatamente, y deben suspender los experimentos de Murray.

ACTÚA AHORA