Cuanto más descubre PETA sobre los horribles experimentos a los que los experimentadores sometieron a los perros en el laboratorio de distrofia muscular canina (DM) de la Universidad de Texas A&M, más frustrante es que la escuela haya estado esquivando nuestro último pedido de liberar a los nueve perros sanos de este programa que fueron trasladados a la escuela de veterinaria y finalmente darles la oportunidad de ser adoptados por un hogar lleno de amor.
Recientemente pusimos al descubierto un artículo del año 2020 que detalla los experimentos en el laboratorio de DM canina de Texas A&M en el que los experimentadores usaron cachorros golden retriever, de aproximadamente 3 y 6 meses de edad, para estudiar la respiración y la dificultad de los perros para respirar. Los experimentadores ataron a los cachorros a un sistema de chaqueta con cables, les pusieron una máscara de plástico rígido sobre la cara y los sujetaron a la fuerza sobre una mesa para realizar pruebas respiratorias.
Trastornos neuromusculares | Este perro, cuya cola metida hacia adentro y su postura encorvada indican claramente angustia, es uno de los muchos que se han usado en experimentos de distrofia muscular canina en la Universidad de Texas A&M. Tras la campaña de PETA, la universidad dejó de reproducir perros para estos experimentos, pero se ha negado a dar en adopción a todos los perros restantes.
El experimento respiratorio que se muestra arriba es solo uno de los crueles experimentos a los que Texas A&M ha sometido a los perros. Los experimentadores de la escuela también han reiteradamente estirado los músculos de los perros con una palanca motorizada para medir la magnitud en que la la DM canina ha hecho estragos en sus cuerpos. Y antes de poner fin a su horroroso programa de reproducción de perros en 2019 (tras una campaña incesante de PETA de dos años y medio) la universidad produjo en masa innumerables camadas de perros enfermos condenados a una vida de sufrimiento.
Pero el final del programa de reproducción de perros de Texas A&M no fue el final de la labor de PETA. Desde 2019, hemos descubierto las mentiras de la universidad y sus intentos de encubrir el maltrato a los perros. En 2021, expusimos a Peter Nghiem (el experimentador principal del laboratorio de DM canina) por afirmar públicamente que los perros sanos del programa son adoptados una vez que ya no los necesita. En realidad, la universidad trasladó discretamente nueve perros a otro laboratorio de las instalaciones. Y más tarde ese mismo año, obtuvimos documentos que muestran que la universidad le cambió el nombre a Cannoli, un perro sano nacido en su fracasado laboratorio de DM canina, probablemente para tratar de ocultar que el golden retriever sigue encerrado en la escuela.
Los perros restantes que siguen encerrados en Texas A&M merecen conocer la calidez de un hogar lleno de amor, en lugar de pasar el resto de su vida en jaulas de laboratorio miserables y estériles. Actúa a continuación para ayudarlos:
¡ACTÚA YA!
