El USDA Intensifica las Exigencias Después de que Delfines Pasaran Hambre en el Miami Seaquarium

Actualización (5 de diciembre de 2022): luego de la indignación mundial porque el Miami Seaquarium sometió a los delfines a pasar hambre, el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA, por sus siglas en inglés) envió una advertencia oficial a la instalación. Esta amonestación es un paso hacia la justicia para estos delfines, ya que establece consecuencias para futuras violaciones de la Ley federal de Bienestar Animal.

Como dice la advertencia, si se determina que el Miami Seaquarium viola la ley federal en el futuro, el USDA puede solicitar una sanción civil o penal por ese incumplimiento. También tendremos nuestros ojos en el parque marino.

Ahora que el USDA ha intensificado su respuesta al despreciable Miami Seaquarium, ayúdanos a alentar a los funcionarios, incluida la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, a cerrar las instalaciones y acabar con el sufrimiento de estos animales.

 

Publicado originalmente el 21 de octubre de 2022:

PETA acaba de recibir el último informe de inspección del USDA sobre el infame Miami Seaquarium, propiedad de The Dolphin Company, y las cosas están cada vez peor. Desde su horrible última inspección, el Miami Seaquarium les ha continuado fallando, tanto a los animales que mantiene en cautiverio como a su personal y al público, con problemas de seguridad cada vez mayores que prefiere ignorar.

Para obligar a los delfines a actuar, la instalación redujo su ingesta de alimentos en un 60%. Imagina tener que rendir tu desayuno para que te dure todo el día. Los empleados encargados de la comida se negaron a aumentar la ración de los delfines a menos que hubiera un plan para obligarlos a obedecer, es decir, que el personal sabía que estaba sometiendo a los delfines poniéndolos a pasar hambre. Como resultado de sus escasas raciones, los delfines están muy delgados, regurgitan en exceso y atacan a los humanos por estrés. Están mordiendo al público durante las interacciones, hecho de agresión que debería parar un encuentro en el acto, pero los entrenadores han seguido adelante con los espectáculos, incluso con signos previos de agresión durante las exhibiciones. En lo relativo a poner en peligro al personal, las cosas son aún más graves: un entrenador fue embestido por un delfín en aguas profundas, que no respondió cuando lo trataron de desviar o distraer. Situaciones como esta se pueden prevenir, y arriesgan innecesariamente la seguridad del personal y los delfines.

 

Finalmente, la disposición (ángulo) de las interacciones de los visitantes en el Miami Seaquarium fue cambiada sin ninguna supervisión, de forma que obliga a los delfines a mirar directamente la luz del sol. Quien haya ideado este cambio no actúa en función del beneficio de los delfines, ya que mirar al sol les causará daños en los ojos con el tiempo, un riesgo por el que el Miami Seaquarium fue citado el año pasado. Este cambio fue una violación directa de las instrucciones emitidas a raíz de la citación anterior.

Está claro que, en el Miami Seaquarium, los delfines están siendo llevados al límite. Estos animales sensibles deberían estar en un santuario costero en lugar de ser privados de alimento, lastimados, cegados y obligados a realizar espectáculos degradantes para el público cuando su salud está deteriorada. Por el bien de todos, el cruel Miami Seaquarium debe cerrarse. Ha demostrado repetidamente que no se le puede confiar el cuidado adecuado de los animales que obliga a actuar, y ahora también está poniendo en riesgo la seguridad de los humanos. No se le debe permitir a la instalación que les haga más daño a los animales.

delfin en miami sequarium con lesiones

Aunque sus actuaciones han cesado, la orca Lolita continúa cautiva en el tanque de orcas más antiguo y pequeño del mundo en el Miami Seaquarium. Lolita, que fue violentamente apartada de su familia, todavía languidece en una pequeña prisión sin la compañía de otra orca. A pesar de la miríada de problemas en el Miami Seaquarium a lo largo de los años, el USDA no tiene interés en proteger a Lolita e incluso la ha excluido del amparo porque la orca no actúa, abandonando en efecto cualquier medio que tuviera para ayudarla.

En sus hogares naturales, los cetáceos sumamente sociales pueden nadar hasta varias decenas de millas al día y sumergirse a muchos pies bajo la superficie de sus aguas nativas, pero en el Miami Seaquarium, Lolita y los otros delfines no pueden hacer nada de eso en sus tanques diminutos. The Dolphin Company debería liberarlos en santuarios costeros donde podrían vivir el resto de sus vidas cómodamente, lo que sería justicia después de una vida de trauma para cada uno de ellos. Por favor exige a The Dolphin Company que inicie el proceso de trasladar a estos animales a santuarios donde finalmente puedan encontrar la paz.

DILE AL MIAMI SEAQUARIUM: NO MÁS TORMENTO: