No es entrenamiento para perros, es entrenamiento para tí (junto a tu perro). Se trata de aprender a comunicarse, vincularse y comprender a tu mejor amigo canino, preparándote para satisfacer sus necesidades lo mejor que puedas. La escritora y bioética, la Dra. Jessica Pierce señala lo siguiente:
No siempre permitimos que nuestros perros “sean perros” y, a pesar de sus mejores esfuerzos para integrarse en los hogares y las familias humanas, no siempre es un trabajo fácil para los perros. Tenemos la oportunidad de mejorar su bienestar al comprender los factores que los ponen en riesgo de sufrir angustia psicológica, que puede manifestarse como comportamientos que encontramos difíciles.
Piensa en el entrenamiento como el tiempo que has reservado para que tu perro y tú se dediquen exclusivamente a comunicarse entre sí, y tal vez algún tiempo con un entrenador que brinde orientación. Los perros deberían disfrutar del entrenamiento: debería ser divertido o no debería llevarse a cabo. Esta es la razón por la cual es vital elegir el mejor entrenador para ti y tu perro; uno que use solo técnicas humanitarias, de refuerzo positivo y basadas en la ciencia que funcionen con los instintos, deseos y necesidades de un perro, en lugar de uno que fuerce la obediencia.
¿Sabías que no existen estándares nacionales o estatales para los “entrenadores”? Cualquiera puede llamarse a sí mismo “entrenador” y comenzar a “entrenar”, lo que significa que es crucial que hagas tu tarea antes de seleccionar uno.
Es posible que hayas oído hablar de frases como “teoría de la dominación” o “entrenamiento y alojamiento” o prácticas como el uso de collares de púas, collares electrónicos y cajas que activan las alarmas, ¡y deberías haberlo oído! Tienes razón al cuestionar todo cuando se trata de mantener a tu perro sano y salvo, y eso incluye la hora de elegir un entrenador.
Es por eso que los gurús de los compañeros caninos de PETA han elaborado esta guía completa. Responderemos a tus preguntas más importantes, que incluyen “¿Qué preguntas debo hacerle a un entrenador de perros?” y “¿Cuáles son los mejores métodos de entrenamiento de perros?” y más.
¿Cómo Elijo un Buen Entrenador de Perros?
LO PRINCIPAL QUE UN BUEN ENTRENADOR DE PERROS DEBE TENER A SU FAVOR: REFUERZO POSITIVO.
El refuerzo positivo significa recompensar a los perros por su participación, en lugar de castigarlos por no hacer ciertas cosas. Durante el entrenamiento, esto podría significar darle a tu perro un premio o un buen elogio cuando camina suavemente a tu lado. La investigación muestra que el refuerzo positivo es la forma más efectiva de enseñar o aumentar la confianza de un perro. Además, fortalecerá el vínculo entre tú y tu perro, lo que dará como resultado perros más felices y saludables que quieran interactuar, en lugar de perros que solo interactúan porque tienen miedo de ser castigados.
Una frase que quieres buscar es “entrenamiento sin fuerza”.
El entrenamiento sin fuerza significa nunca usar el dolor, el miedo o la intimidación. Las tácticas contundentes como gritar, golpear, usar collares eléctricos, de púas o de estrangulamiento, y agarrar y/o colgar a un perro por el pescuezo no solo son extremadamente crueles y abusivos, sino también dañinos e ineficaces. Estos métodos basados en el dolor y el miedo estresan y asustan a los perros, lo que los hace más propensos a recurrir a la agresión, es decir, lo contrario de lo que está tratando de lograr a través del entrenamiento.
Entrenamiento: ¡Es para los guardianes!
El entrenamiento comienza con el que sujeta la correa. Un buen entrenador te enseñará cómo entender a tu perro, ser constante y satisfacer mejor las necesidades de tu perro. Si no estás siendo capacitado, ¡es hora de encontrar un nuevo entrenador!
Eligiendo a un Entrenador de Perros: Ten Cuidado con Estas Señales de Alerta
Evita las técnicas de entrenamiento aversivas.
¿Recuerdas esas tácticas ineficaces de dolor y miedo? Se conocen como métodos de entrenamiento “aversivos”: activan la parte del cerebro (la amígdala) que evalúa las amenazas y crea asociaciones basadas en el miedo, lo que, según el Journal of Veterinary Behavior, interfiere con la capacidad de los perros para ganar la confianza que quieres que tengan.
Por ejemplo, en lugar de aprender a caminar tranquilamente con una correa, los perros manejados con métodos aversivos, como el uso de un collar de púas, en cambio pueden aprender que pueden detener el dolor respondiendo con agresión. También aprenden a asociar el dolor con la persona que lo causa o con lo que ven, oyen u huelen mientras usan un dispositivo de tortura; lo que significa que, para evitar el tormento, pueden evitarte a ti y/o cualquier cosa que hayan asociado con el dolor de experiencias anteriores. Pasear a tu perro debería aliviar tu estrés, pero con un collar de púas, de repente se les priva de la capacidad de disfrutar del ejercicio y el olfato que todos los perros esperan.
La mayoría de los entrenadores de perros no anunciarán abiertamente que utilizan métodos aversivos (es decir, anticuados y violentos). Así que PETA creó una hoja de tips para que sea más fácil detectar las señales de alerta. Si un entrenador te aconseja utilizar alguno de estos tipos de collares o productos, puedes estar seguro de que el entrenador confía en el miedo, el dolor y la fuerza para intentar que los perros hagan lo que quieren:
• COLLARES DE CASTIGO ❌
Diseñados y utilizados para castigos severos durante el entrenamiento, los collares de castigo (o cadenas de estrangulamiento) son extremadamente peligrosos. Pueden causar asfixia, daño a la tráquea y/o al esófago, esguince de cuello, ataxia (pérdida del equilibrio o control de los movimientos corporales), parálisis y daño cerebral irreversible.
Este es un ejemplo de un collar de castigo.
Al igual que un dispositivo de tortura medieval, los collares de púas son esencialmente cadenas de castigo con púas de metal afiladas añadidas, que pueden perforar la piel de los perros. También pueden aplastar o perforar agujeros en la tráquea o la tráquea de los perros. En pocas palabras, las púas de metal y plástico no tienen por qué estar alrededor del cuello de tu perro.
• COLLARES DE PÚAS ❌
Al igual que un dispositivo de tortura medieval, los collares de púas son esencialmente cadenas de castigo con púas de metal afiladas añadidas, que pueden perforar la piel de los perros. También pueden aplastar o perforar agujeros en la tráquea o la tráquea de los perros. En pocas palabras, las púas de metal y plástico no tienen por qué estar alrededor del cuello de tu perro.
©iStock.com/USGirl
• COLLARES DE DESCARGA ELÉCTRICA, AKA “E-COLLARS” ❌
Los collares de descarga eléctrica pueden causar lesiones graves, como úlceras por presión, quemaduras y fibrilación cardíaca. También pueden provocar miedo y estrés, lo que puede hacer que los perros reaccionen con agresividad y/o evasión. Se sabe que incluso los perros sin antecedentes de agresión se vuelven agresivos tras recibir descargas de un collar electrónico. Incluso si un entrenador afirma que los collares funcionan solo en la “configuración de advertencia” (un pitido o un zumbido ligero), corre en la otra dirección. Para tu perro, son confusos, abusivos y, a menudo, ineficaces; y, en última instancia, causan estrés y ansiedad adicionales y, a veces, incluso más agresión.
©iStock.com/VeraAksionava
Otra regla importante a seguir: ¡Nunca contrates a un entrenador que dé garantías! Al igual que nosotros, los animales tienen emociones complejas: no existe un enfoque parejo para todos. El entrenamiento puede ayudarte a aprender a comunicarte mejor con tu perro, pero ningún entrenador puede garantizarte el éxito. Entonces, si encuentras a alguien que promete demasiado, es hora de decir: “Gracias, pero no”.
¿Un entrenador de perros que apoya la teoría del dominio? ‘¡No!’
La teoría de la dominación, a veces denominada teoría “alfa”, es la falsa idea de que los lobos (y, por lo tanto, los perros) compiten constantemente por la jerarquía y que si tú, el guardián, puedes consolidar tu lugar en la parte superior como el alfa, puedes controlar el comportamiento de tu perro. Esta desacreditada teoría fue popular hace décadas, pero ten cuidado: si encuentras entrenadores que venden la teoría del dominio hoy, significa que no se han mantenido al día.
El entrenamiento basado en la dominancia ha demostrado ser ineficaz. La teoría no tiene base biológica: por un lado, los perros no son lobos. Por otro lado, los lobos viven en manadas que están mucho más orientadas a la familia de lo que la teoría “alfa” te haría creer. La persona a la que se le ocurrió esta teoría en la década de 1940 estudió a los lobos cautivos, quienes, a diferencia de los lobos en su entorno natural, se ven obligados a vivir juntos durante muchos años, creando una situación de vida tensa que ni siquiera se acerca a imitar las manadas de lobos en la naturaleza.
El entrenamiento de “dominación” o “alfa” puede alentar a los guardianes a “imitar” el comportamiento de un perro o un lobo, lo cual es absurdo, porque no somos perros ni lobos. No olfatearías el trasero de tu perro para saludarlo, y no deberías tratar de “curar” la agresividad siendo agresivo. Por ejemplo, si tu perro reacciona a otros perros mientras tiene correa, intimidar a tu cachorro con métodos basados en la dominación no hará que deje de ver a otros perros como amenazas. Solo hará que tu perro tenga más miedo y posiblemente incluso sea más agresivo.
Incluso (o especialmente) si tienes un perro reactivo, no caigas en el mito del “alfa”: no permitas que un entrenador intente usar la teoría de la dominación en tu perro.
Los programas de “entrenamiento y alojamiento” no solucionarán nada.
La mejor parte de interactuar positivamente con tu perro es que es una excelente manera de ayudarte a comprender lo que tu mejor amigo está tratando de comunicar. Pero para ello, tu participación y dedicación son claves. Es por eso que un buen entrenador te estará entrenando a ti, y bajo ninguna circunstancia debe entrenar a tu perro a menos que tú estés presente. Entonces, si un entrenador sugiere un programa de “alojamiento y entrenamiento”, en el que debes dejar a tu perro en un centro de entrenamiento, toma la correa de Fido y corre en la dirección opuesta.
Dejar a tu perro con un extraño es una idea terrible bajo cualquier circunstancia: es confuso y aterrador para tu perro, y es una invitación al desastre. Fíjate en Luke Janssen, quien aprendió esta lección de una de las peores maneras posibles. Después de recoger a su compañero canino Odie en noviembre de 2021 después de un período de tres semanas en In Touch Dog Training & Rehabilitation en Wisconsin, Janssen dijo que el perro “tenía moretones en el pecho, lo que explicaron [a él] fue el resultado de dormir en el suelo en las perreras”. Obligar a un perro a dormir en el concreto por un solo día es lo suficientemente cruel, pero un testigo (aparentemente Shaunna Herrick, miembro del personal que renunció a In Touch) también envió imágenes de la cámara de seguridad a Janssen. Supuestamente muestra al dueño de la instalación levantando a Odie por la correa y colgándolo, asfixiando al perro durante aproximadamente siete segundos y luego tirándolo al suelo.
LA MISMA INVESTIGACIÓN ENCUBIERTA DE PETA DENTRO DE LA ACADEMIA DE PERROS SIT ‘N STAY DE INGHRAM REVELÓ QUE EN LA PERRERA DE ENTRENAMIENTO Y ALOJAMIENTO DE TAMPA, FLORIDA, LOS PERROS ERAN CONFINADOS EN JAULAS DURANTE HORAS CONTINUAS, A VECES SIN AGUA NI SOMBRA, INCLUSO CUANDO LAS TEMPERATURAS SUBEN A MEDIADOS DE LOS 90 .
EN OCASIONES LOS PERROS SE ESCAPARON DE LAS JAULAS Y SE PELEARON. EN VEZ DE CONSOLAR A UN PERRO QUE ESTABA SANGRANDO POR UNA HERIDA GRAVE SOSTENIDA EN UN ATAQUE POR OTRO PERRO, UN ADMINISTRADOR TIRÓ REPETIDAMENTE DE SU COLLAR E INTENTÓ BRUTALMENTE DE CERRAR SU BOCA CON UNA CORREA.
MIRA EL VIDEO COMPLETO A CONTINUACIÓN, PARA VER MÁS DE LO QUE DOCUMENTÓ EL INFORMANTE DE PETA MIENTRAS TRABAJÓ EN LA “ACADEMIA” DE PERROS, UNA QUE AFIRMÓ UTILIZAR “MÉTODOS HUMANITARIOS Y DE CUIDADO”.
Si tu amigo canino se siente frustrado o ansioso cuando se queda solo en casa, él o ella necesita desarrollar su confianza, con tu ayuda y paciencia. Si tu perro experimenta ansiedad intensa de forma rutinaria, es posible que se necesite un experto para determinar la causa de la incomodidad. La ansiedad requiere un manejo suave y experto. Encuentra a un entrenador calificado y preferiblemente acreditado para evaluar a tu perro en tu hogar y que luego cree y ayude a implementar un plan adaptado a tu perro que tú llevarás a cabo.
Si no tienes el tiempo, la paciencia o la capacidad para trabajar con un perro de manera humana y paciente, no tengas perro.
Entrenarlos a permanecer en un corral tampoco es una “solución”.
Ningún perro debe ser ecerrado y especialmente no como castigo. Los corrales son jaulas, y ningún animal debe ser castigado en confinamiento intensivo por exhibir un comportamiento canino normal que los humanos no entienden. Haz clic para saber por qué está mal encerrar a los perros.
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Recuerda, tú eres el mayor defensor y protector de tu perro. Al conocer los mejores métodos de entrenamiento de perros, saber qué constituye y qué no constituye un entrenamiento de perros compasivo, verificar las referencias de los entrenadores de perros y las calificaciones de Better Business Bureau, evitarás que tu perro se vuelva temeroso o agresivo contigo y con otros. Y en caso de duda, confía en tu intuición: un entrenador podría cumplir con todos los requisitos en el papel y aun así ser un “no-no” si él o ella no irradia amabilidad.
¿Quieres aprender más sobre lo que se debe y no se debe hacer en el entrenamiento de perros y la elección de un entrenador de perros? ¡Lee al respecto! Si sigues leyendo, claramente estás ansioso por sumergirte profundamente en el entrenamiento sin fuerza. Hacer tu propia investigación y tal vez incluso entrenar a tu perro tú mismo, son algunas de las mejores maneras de despertar la felicidad de tu perro. Continúa haciendo el trabajo preliminar con la ayuda de uno o más de estos libros:
- Perros sueltos y libres: Una guía de campo para dar a tu perro la mejor vida posible por Marc Bekoff y Jessica Pierce
- If Only They Could Speak: Understanding the Powerful Bond Between Dogs and Their Owners por Nicholas Dodman
- The Dog Who Loved Too Much: Tales, Treatments and the Psychology of Dogs por Nicholas Dodman
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