Animales Madres: Datos Fascinantes Sobre las Madres del Reino Animal

Todas las especies de madres animales, no solo las humanas, merecen reconocimiento por todo lo que hacen. Aman y cuidan a sus bebés y hacen todo lo que está a su alcance para protegerlos del peligro y enseñarles cómo sobrevivir. Sin embargo, muchas industrias que explotan a los animales les quitan a los bebés a sus madres amorosas, robándoles la oportunidad de vincularse entre sí.

Echa un vistazo a algunos datos sobre estas madres animales:

1. Elefantes

Las madres elefantes son extremadamente cariñosas y les encanta mantener a sus bebés (crías) a su lado. En la naturaleza, los machos se quedan con sus madres hasta que llegan a la adolescencia y las hembras se quedan con ellas durante toda su vida.

Pero no todos los elefantes pueden pasar vidas largas y felices juntos. Los elefantes geriátricos que ves hoy en los circos fueron secuestrados de sus hogares en los bosques asiáticos y secuestrados de sus protectoras madres cuando eran crías. Los entrenadores los golpeaban con bullhooks o les aplicaban descargas eléctricas, obligándolos a realizar trucos confusos y, a menudo, dolorosos. Gracias en parte al trabajo de PETA, los elefantes ya no se crían ni entrenan para circos en EE. UU., pero el maltrato continúa para aquellos que aún se ven obligados a actuar en otros lugares y a dar paseos.

2. Ratas y Ratones

Estos animales inteligentes y empáticos hacen todo lo posible para defender sus nidos y bebés del peligro. Forman fuertes lazos con su descendencia y valoran a sus familias como lo hacen los humanos.

Decenas de millones de ratas y ratones sufren en laboratorios de EE.UU. cada año. Los experimentadores los someten a pruebas dolorosas y sin sentido. Los proveedores a menudo los crían a propósito para que sufran condiciones debilitantes, incluidos tumores cancerosos, obesidad, parálisis, un sistema inmunológico débil y altos niveles de ansiedad y depresión. Los trabajadores tratan a las madres, los bebés y todos los demás como material, en lugar de seres vivos que experimentan emociones y sienten dolor.

3. Vacas

Las vacas y sus becerros forman fuertes lazos entre sí desde el principio. Al igual que los humanos, las vacas madres y sus crías sufren una angustia extrema cuando están separadas. Hay muchos relatos de vacas madres que escaparon de sus recintos y viajaron millas en busca de sus becerros secuestrados.

En las granjas lecheras, los trabajadores impregnan a la fuerza a las vacas para que produzcan leche constantemente. Se llevan los becerros al poco tiempo de nacer para robar la leche para el consumo humano. Para los becerros hembra, el ciclo de explotación continúa hasta que sus cuerpos se agotan. Los machos suelen estar destinados al matadero.

4. Delfines

En la naturaleza, los delfines bebés generalmente se quedan con sus madres durante tres a seis años, aprendiendo cómo evitar el peligro y navegar en su hogar acuático. Si una madre pierde a su cría, puede llorar la pérdida en sus propios términos. Se ha visto a algunas madres afligidas cargando a sus terneros muertos durante varios días.

En lugares como SeaWorld, los trabajadores crían delfines a la fuerza para asegurarse de tener suficientes para explotarlos como entretenimiento. Probablemente debido al estrés del confinamiento en estos parques de indiversiones, el embarazo y el parto son difíciles para las madres, algunas de las cuales mueren al dar a luz, y muchas crías no sobreviven hasta la edad adulta. Estas madres lloran la pérdida de sus bebés mientras les quitan los cadáveres de los tanques de concreto en los que están encerradas.

5. Cerdos

Las madres cerdas forman lazos fuertes y amorosos con sus lechones desde el momento del nacimiento. A veces les cantan mientras amamantan, y los cerditos recién nacidos aprenden a correr hacia el sonido de la voz de su madre.

© Larry French/PETA

En las granjas, las cerdas pasan gran parte de su vida en jaulas de gestación tan estrechas que ni siquiera pueden darse la vuelta. Apenas unas semanas después del nacimiento de los lechones, los trabajadores e los quitan a sus angustiadas madres, les cortan la cola y les cortan las puntas de los dientes con unos alicates, sin analgésicos.

6. Aligátores y cocodrilos

Los aligátores y los cocodrilos son excelentes madres. Protegen diligentemente sus huevos y nidos de los depredadores. Una vez que los bebés están listos para salir del cascarón, llaman a su madre para avisarle. Luego abre suavemente los huevos con sus mandíbulas y lleva a sus bebés de manera segura al agua. Los aligátores y cocodrilos jóvenes a menudo se quedan con sus protectoras madres durante meses o incluso años.

© iStock.com/A_Moment_In_Time

En la industria de la moda, los proveedores de pieles exóticas crían miles de aligátores y cocodrilos en contenedores en granjas abarrotadas. Nunca conocen a sus madres y rara vez pasan de los 2 años antes de que los trabajadores los maten y los desollen.

7. Pollos

La crianza comienza en el nido para estas madres cariñosas. Mientras los pollitos todavía están en sus caparazones, su madre les cloquea suavemente para que aprendan a reconocer su voz. Una vez que nacen, sus devotas madres usan sus alas para protegerlos de los depredadores y los elementos de la naturaleza.

Los pollos explotados por sus huevos, llamados ” “gallinas ponedoras” por la industria, pasan sus vidas hacinadas dentro de jaulas de alambre sin espacio para extender sus alas. Este intenso confinamiento puede provocar que se picoteen entre sí por frustración, por lo que los trabajadores suelen cortar parte de sus sensibles picos. Una vez que sus cuerpos exhaustos ya no producen suficientes huevos, los trabajadores cargan las gallinas en camiones y las envían al matadero. 

8. Gatos y perros

Los criadores tratan a los individuos vivos y sensibles como mercancías para manipular genéticamente y utilizar a la fuerza con fines de lucro. En la industria de las mascotas, muchos perros y gatos pasan su vida constantemente aislados en conejeras, cajones y jaulas. Los criadores separan a los bebés de sus madres cuando apenas han sido destetados, si no antes, y este ciclo se repite hasta que los cuerpos de las madres se rinden. La crianza no solo es difícil para las madres y sus bebés, sino que contribuye a la crisis de sobrepoblación de animales de compañía y priva a millones de animales en refugios de la oportunidad de encontrar un hogar amoroso permanente.


Esta lista cubre solo algunas de las asombrosas madres animales explotadas por humanos. Si una industria utiliza animales, las madres y sus bebés sufren. Todas las mamás merecen respeto, sin importar su especie.

Aquí hay algunas maneras sencillas para ayudar a las mamás animales:

Nunca visites un circo que use animales.

Deshazte de los productos lácteos y elige leche vegana.

Deja las partes del cuerpo robadas a cerdos y otros animales fuera de tu plato.

Evita asistir a SeaWorld y otras atracciones con animales.

Compra solo productos libres de crueldad animal.

Solo haz donativos a organizaciones benéficas médicas que no financian experimentos con animales.

Adopta siempre—nunca compres animales.

Usa materiales veganos, no la piel de otro individuo.

Opta por huevos veganos o tofu en lugar de huevos robados de madres gallinas que sufren.

Toma la decisión más compasiva y hazte vegano.

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